El verano no es verano si no visito El Tronky.
No es un asador cualquiera, es un asador donde saben hacer pescado a la brasa. Casi todos los años nos acercamos los tres mismos comensales, dos de ellos habituales del lugar, Luis y David, que cada vez que tienen oportunidad se acercan a darse un homenaje, sobre todo en época de bonito. A la puerta se encontraba esperando la vez mi buen amigo Fernando y toda su familia, en igual situación que nosotros.
Comenzamos con una ensalada de tomate y cebolla, a la que siguieron unas sardinas en su punto, mejor hechas es imposible. Fuego, sal y sardinas, no hay más misterio. Trozo de pan y mano para comerlas.
Bonito también en su punto, con un ligero toque de vinagre, como en casa, como me gusta, delicioso.
Para terminar un besugo, que para continuar con las elaboraciones anteriores no podía estar mejor braseado, sin añadidos como las sardinas, fuego sal y un besugo recién pescado. Tengo tres sitios especiales para el besugo, Tira do Cordel en Fisterra, Elcano en Guetaria y aquí.
Me queda claro que El Tronky es de lo mejorcito que conozco en el mundo de la brasa en Cantabria, la he gozado de principio a fin. Hasta pronto.