Hemos Comido..en este restaurante situado en la zona de Alto Asón en el oriente de Cantabria,donde es posible disfrutar de un entorno natural lleno de paz y tranquilidad, visitar lugares encantadores como el nacimiento del Asón con su celebre cascada, o el Parque Natural de los Collados de Asón
Si algo caracteriza al restaurante de Andrea Ruiz y José Fernández Setién es la Cocina Casera «auténtica»,elaborada con productos de primera calidad. Además de su cuidada carta en la que son dignas de resaltar sus «cebollas rellenas», el arroz a la cazadora, los platos tradicionales (entre los que resaltan las alubias de Ampuero, las carnes de Cantabria y los pescados de roca). El Restaurante mantiene durante el año cuatro épocas o jornadas gastronómicas:
Jornadas de la Caza Mayor y Menor que van de Noviembre a Febrero
Jornadas de la Angula de Enero hasta Marzo.
Jornadas de Perrechicos (setas de primavera), Arroces de verano y guisos caseros de Abril a Mayo.
En temporada de verano: Pochas de Ampuero, Jiviones frescos y pescados de roca.
En Septiembre (Fiestas de Ampuero) del día 1 al 21 Platos de Toro
El único secreto que siguen en esta casa para lograr unas cotas de calidad tan aceptables es trabajar en cada momento del año con lo que la naturaleza les ofrece. Por ello acostumbran a variar la carta de su restaurante con cada estación del año.
Su cocinero y propietario, José Fernández Setien, antiguo cocinero del conocido restaurante ‘Casa Sarabia’, despliega su saber culinario con una cocina llena de sabor donde la calidad del producto junto con la experiencia de este chef son las mejores cartas de presentación de este restaurante. La comida se presenta de un modo rustico, abundante, simple, pero con sabor y naturalidad. La calidad de los ingredientes utilizados para para ejecutar estas recetas siempre es digna de mención y se centra en productos autóctonos y por ende fresquísimos. Dependiendo en la época del año en la que se encuentren en esta casa, aquí siempre tienen algún plato digno de merecer la visita a este restaurante. Todos los guisos, estofados del tipo de jabalí o venado son dignos de mención. El arroz con caza en cazuela es simplemente brillante. Rustico en cuanto a su elaboración y presentación, pero sabroso y rico como pocos. La becada es otro de sus platos fuertes. Fuera de estas especialidades los fritos como las croquetas son otra especialidad digna de probar. En pescados los más recomendables son la merluza a la romana o la rellena de marisco. Angulas, arroces con caza, revuelto de perrichicos, merluza a la romana, pollo picasuelos, pichón y guisos y estofados caseros en general.
Excelente su leche frita. Las torrijas navideñas es otra de las dulces especialidades del ‘Rincón de Chili’.
Mi mujer una incondicional de las angulas me lio para desplazarnos hasta Ampuero ya que había oído que las ponían como en ningún sitio, nuestros sitios habitual de caza de la angula solían ser Casa Enrique, Casa Setien y El Molino, pero últimamente a no ser en barquetas suelen se inalcanzables de precio debido a su escasez y a la demanda oriental de este pez. A mí en concreto no me vuelven loco, una de las razones el mínimo tamaño de las raciones, la única vez que he probado algo en condiciones fue de crio que me regalaron un kilo y nos lo comimos entre mi madre y yo pues a los demás no les apetecía y en otra ocasión también de chaval, en el antiguo bar de la «Tetas» sito en Puente Agüero donde se degustaban raciones de medio kilo, acompañadas de un chuletón, pues creo que salían directamente del rio sobre el que se encontraba el bar.
En esta ocasión y como no podía ser de otra manera de primero mi acompañante se tomó una ración de angulas, una ración buena para los tiempos que corren y no excesivamente disparada de precio, según ella magnificas de las mejores que ha probado. Yo opte por la alubias de Ampuero, un guiso tradicional y muy bien ejecutado, sin excesos en las grasas y muy «mantecosas», unas muy recomendables alubias. De segundo los dos pedimos merluza rellena de marisco, otra de las especialidades de la casa, un buen trozo de pescado relleno de langostinos, gambas y no llegue a detectar más cosas, acompañada de una salsa muy bien ligada y sabrosa. Otro plato muy recomendable, de vino cero, «demasiado lejos de casa», había que coger coche.
De postre nos dividimos y decidimos yo por la leche frita, muy bien conseguida y ya se sabe en todas las casas cántabras la leche frita la mejor la de mi madre. Madres aparte una muy buena leche frita. Y unas torrijas, que pasa lo mismo que con la leche frita, a mí en concreto no me gustan nada, demasiado dulces para mi gusto. Pero según el otro comensal muy buenas, especiales. El servicio muy atento y deseando agradar. Un lugar recomendable.