Hemos comido en Los Claveles, un restaurante situado en Ibeas de Juarros, famoso por su olla podrida.

Esto de la olla daría para mucho qué debatir, ya que no hace referencia a la clásica olla poderida o podrida. Habría que empezar definiendo este guiso como la olla podrida de Burgos. Este es el santuario de la famosa «olla podrida burgalesa». Cocina de corte clásico donde la mayoría de los comensales se acercan a disfrutar de este guiso que tiene como base la alubia roja de Ibeas.

Especializado en la olla podrida con las míticas alubias de Ibeas de Juarros y sus sacramentos como grandes protagonistas, el restaurante Los Claveles siempre ha destacado por sus espectaculares platos de cuchara. Además de la olla podrida, los comensales pueden degustar alubia blanca con almejas, menestra de verduras al estilo de la abuela Sole o sopa de marisco con delicias de langostino, calamar y rape.

Por sus comedores han desfilado personajes de la realeza como la Reina Sofía o Alberto de Mónaco, o chefs del nivel de Ferran Adrià.

La olla podrida burgalesa es un plato de cuchara basado en la alubia roja, en el que intervienen distintas partes de carne de cerdo tales como costilla, oreja, manitas de cerdo, chorizos y, por supuesto, la archiconocida morcilla de Burgos.

Un potaje castellano delicioso que nos sirven en dos vuelcos, pleno de sabor y con el que comer de sobra. No pidas más, ya que con la ración vas sobrado.

Un buen pan, unas piparras, por si quieres acompañar a las alubias, un buen plato del que vas a disfrutar sí o sí, con un caldo como chocolate, bien denso y de gran sabor, y un clarete de Cigales para acompañar a esta copiosa e invernal comida. El compango es generoso y de mucha calidad, formado por los sacramentos que antes enumerábamos.

En definitiva, es un templo del buen comer.

Por El Mule

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio