XXVI Jornadas Gastronómicas del Bacalao restaurante Los Troncos

Despues de un largo paseo dominguero un precioso día de invierno, frio pero soleado, nos acercamos a tomar unos blancos de camino a casa. Al final, como suele ocurrir en estos casos, terminamos haciendo una comida de picoteo en Los Troncos.

Coincidimos con las XXVI jornadas gastronómicas del bacalao, de lo cual nos enteramos al segundo vino tras unas tapas de morcilla con pimientos. Alguien lo dijo señalando un cartel presente en la barra, así que asomamos la cabeza a la cocina y justo a la entrada nos encontramos con una serie de cazuelas, que pedían a gritos formar parte de nuestras tapas dominicales.

Y poquito a poco fuimos tomando cada uno de los platos que teníamos a la vista, que forman parte de las jornadas que estan disponible del 1 al 19 de febrero. Estas jornadas ya cumplen con el numero XXVI, prueba de la acogida que tienen entre el público.

Y comenzamos con el desfile de raciones. Primero y de entrada una migas crudas atemperadas con aceite de oliva virgen. Algo brutal, sabroso como ninguno, riquísimo, muy fino, fue el plato que mas me sorprendió, el aceite que las acompañaba también exquisito. Muy recomendable la ración.

Seguimos con unas patatas con bacalao. Muy suavecitas de sabor y bien acompañadas de unos pequeñitos trozos de bacalao y una salsa verde, no exactamente pero muy parecida, que no ensombrece para nada el sabor del bacalao.

Garbanzos con bacalao. Fue el que menos me sorprendió, pues lo había tomado en otras ocasiones, me gustó bastante.

Seguimos picando con un bacalao a la navarra. Este es un bacalao con tomate y cebolla similar a como se prepara en Cantabria, muy bueno con un muy rico sabor. Por cierto eramos seis y hemos tomado una ración de cada así que la cantidad comida no era una barbaridad, pero las raciones sí que eran hermosas. Al final los demás y yo comentamos que no teníamos ganas de comer, yo llegué a casa y no comí nada.

Pero aquí no terminó la cosa. La sigiuente ración que cayó fue una de bacalao al ajoarriero, que me encantó. Creo que es la manera en que más me gusta el bacalao, con ese sabor a las ñoras, me gusto muchísimo.

Y para terminar unas albóndigas de bacalao. Estaban acompañadas de una salsa verde. La suavidad de bacalao junto con la esponjosidad de las albóndigas dan como resultado una ración de lo mas jugosa y sabrosa.

Al final, cuando quisimos darnos cuenta habíamos comido. Dio la casualidad que todos los presentes eramos devotos adoradores del bacalao, que si no llegar a ser asi crudo lo hubiera llevado.

En resumen, las jornadas están perfectamente planteadas, no hay solamente lo que nosotros comimos, hay más platos en torno al bacalao, ensaladas, carpaccio, soldaditos de Pavía, guisos, picoteos, especialidades.

De hecho hice una foto a la carta y en esta se puede ver perfectamente la composición de las jornadas.

Hay que volver y pronto pues se acaban en breve, que queda mucho por probar.