Hemos comido en Soano a caballo entre Noja e Isla.
Agosto de 2014. Soano es una pequeña localidad del municipio de Arnuero, situada entre localidades tan turísticas como son Noja e Isla. Entre sus edificaciones abundan las casonas de estilo cántabro-montañés. Una de estas casonas está destinada hace tiempo al noble arte de dar (buen) comer a los vecinos y (pocos) turistas que se enteran de su existencia. Fuimos un día por allí para hacer una cena ligera y ver que tal.
El local se divide en tres ambientes: una terraza espectacular, ideal para los meses de verano, un comedor en un anexo de la casona, con ventanas a la terraza y otro comedor en la segunda planta del edificio que tiene pinta que se utiliza poco, al menos en verano.
En la entrada a la casona se ve un recibidor con múltiples objetos antiguos.
En esta primera visita nos sentamos en el comedor del anexo, pues la noche estaba ligeramente fresca.
Como era una primera visita y por la noche, decidimos cenar a base de picoteo. Para ello empezamos con unos saquitos vietnamitas. Me recordaban a los rollitos de primavera chinos; pero en mejor. Llevan la forma de “saquitos” y estaban perfectamente fritos.
Después tomamos croquetas que pedimos variadas de los tres tipos que tienen: con jamón, de morcilla y de queso. Me gustaron bastante. Siento no poner las fotos; pero salieron un poco movidas.
Después seguimos con unos rollitos de hongos que no estaban mal; pero me gustó menos que lo anterior.
Para terminar, elegimos un palto más consistente: unas albóndigas de verdel. La albóndiga estaba perfecta y la salsa no estaba mal.
Terminamos la cena con una porción de tarta de la abuela, de chocolate. No estaba mal. Nos fuimos con la idea de volver a comer un día más tranquilamente y disfrutar de la terraza.
Unos días después, como amaneció muy bueno, fuimos pronto al restaurante, pues no teníamos reserva.
Fuimos directamente a la zona de la terraza. En esa parte hay una primera parte con mesas más pequeñas, que yo vi mejor para tomar un aperitivo que para una comida y una segunda parte con mesas largas y cómodas. Tuvimos la suerte de que quedaba una sin reservar, en la sombra, y allí nos sentamos.
A la hora que llegamos la mayoría de las mesas estaban ocupadas por personas que estaban disfrutando de su aperitivo. En general, la terraza es agradable y lo único que echo a faltar es una sombrilla en un par de mesas a pleno sol.
Esta vez nos decidimos por un par de platos de entradas y unos platos más consistentes de segundos.
Hay que hacer un comentario sobre la carta: hay una serie de platos “fijos” a precios normales y normalmente hay varios, fuera de carta, a un buen precio de 6 euros. Como pedimos tres cosas de fuera de carta nos salió una comida bastante económica.
Para empezar elegimos unas tortillitas de camarón que estaban bien crujientes.
Además de un buen plato de salmorejo. Estaba como a mi me gusta, suave y en su justo punto de espesor. Fue unos de los tres platos de 6 euros. Muy recomendable y barato.
De segundos elegimos un bacalao con piperada. No estaba mal; pero creo que le faltaba un poco de bacalao y le sobraba un poco de piperada.
De fuera de menú pedimos unos canelones rellenos de rabo de toro y un bacalao con tomate natural.
Los canelones estaban sabrosos, aunque eché de menos un poco más de gratinado al horno.
El bacalao estaba bien desalado y la salsa de tomate estaba bien conseguida.
Desde luego, al precio de 6 euros cada plato, mantienen una relación calidad precio inmejorable.
Para terminar, tomamos una tarta de queso para compartir, que no dábamos para más.
En general nos ha parecido un buen descubrimiento. Los comedores, tanto en el interior como en el exterior, nos han parecido bastante agradables. La comida, si incluyes algún plato de fuera de carta, sale muy económico. El servicio es un poco lento, sobre todo cuando tienen el comedor y la terraza llenos.
Barrio de Riegos 13 Soano 661829169