Hemos Comido…en Vino y Marea, teníamos que haber pasado antes, pero se me ha ido retrasando.
Enero 2017. Y al final llegamos, el antiguo Piedras Blancas, sige con el mismo aspecto, bien cuidado y mantenido. Me tocó en sala un andaluz de nombre Samuel, de lo más dispuesto y dicharahero, un vendedor nato, que me hizo muy agradable la comida. Por cierto, todo un entendido en vinos y aceites.
Mientras esperaba la comanda me sirvió tres aceites de distintas olivas. Uno de ellos un cornicabra de Toledo, espectacular y muy fresco, un aceite afrutado y aromático, mostrando valores medios de amargo y picante, presentando un notable equilibrio entre el dulce a la entrada, amargo y el picante con una textura fluida y aterciopelada.
También tomé un hojiblanca cordobés, con recuerdos a hierba fresca, notas de almendra y un ligero picor en boca mucho más suave que el anterior. Y para terminar un picual de Jaén, un sabor a fruta verde, olivo, tomatera, higuera, notas amargas y picantes. Un auténtico desfile de aceites españoles.
Y seguimos con el aceite, un carpaccio de ibéico con virutas de foie y trufa. La trufa estaba bastante desmayada y no aportaba prácticamante nada, el carpaccio me lo regaron medio con hojiblanca y el otro medio con cornicabra. dedicidamente me sedujo mas la mitad que se acompañaba con el cornicabra, delicioso, untuoso y de agradable sabor. Una verdadera delicia de carpaccio, las virutas de foie la carne de ibérico y el aceite hacen de este maridaje una auténtica gozada.
Me sirvieron una copita de un Jaume Serra, un vino de Garcia Carrión. Un cava de color amarillo pálido con tonos verdosos, limpio y cristalino con burbuja fina, muy fresco y afrutado con notas de crianza.
Para terminar un bacalao a la cántabra, según nuestro anfitrión, elaborado con una salsa de tomate en la que le añaden manzana en vez de azucar. Un buen pedazo de lomo de bacalo generoso en grosor y en tamaño, muy justo de punto, a mi gusto, sobre una cama de patata panadera y algo de cebolla pochada.
Del términio «a la cantabra» discrepo. El bacalao a la cántabra para mi siempre ha sido rebozado y con salsa de tomate, así que tomaremos este como otra versión, ciertamente que no desmereció el nombre por que bueno estaba, muy recomendable.
De postre dos helado artesanos, ron con pasas y frutos del bosuqe; el de ron estaba buenísimo.
Un lugar que se nos ha resitido durante mucho tiempo, pero por el cual veo me voy a acercar más a menudo pues la visita merece la pena.
Bonifaz 13 39003 Santander 942055115