Santander Parrilla Ginés

Hemos Comido..muy cerca de los campos de Sport de El Sardinero, sede del equipo estrella de nuestra comunidad el Real Racing Club, apenas a cincuenta metros.

Entre sus especialidades destacan el cocido lebaniego, alubias rojas estofadas, carnes rojas a la parrilla y en general la cocina cántabra, un estilo de cocina, casera y tradicional, con abundancia de carnes y platos de cuchara todo lo que trabajan a la parrilla es bastante interesante, en especial sus chorizos criollos y los riñones de cordero, ambos deliciosos.

Los postres son todos caseros; original y rica la tarta de galletas y chocolate. Este restaurante es relativamente nuevo, abrió sus puertas al público en el 2004, y desde entonces destacan por su estilo de cocina clásica y de calidad con ciertos toques lebaniego-argentinos. Suele organizar jornadas de cocina Argentina, como resultado del origen de sus propietarios.

Entre los platos presentes en estas jornadas merecen especial mención los clásicos chorizos criollos, el churrasco y demás carne asada en parrilla como el medallón de lomo, el bife de chorizo con pimientos, solomillo para los españoles ó el lomo de montado al Roquefort son algunos de sus platos dada la gran calidad de la carne con la que en este restaurante trabajan. Cabe destacar el ‘Vithel Tonet’ otro clásico de la cocina argentina que consiste en un rico redondo de ternera con una particular salsa de bonito. O la ‘Mozzarella Incarozza’, trozos de auténtica mozzarella elaborada con leche de Búfala, empanados y servidos sobre salsa roja, también merece especial mención la empanada de carne, otro de los platos más conocidos de la gastronomía argentina.

También ha organizado las jornadas del chuletón de vaca jornadas dedicadas a tan suculento manjar este restaurante busca dar a conocer su mejor y más válido producto: Su excelente carne roja 100% cántabra. Una carne de verdad excelente, a la altura de la mejor, de color rojo-granate, con profusas vetas de sebo amarillento que aportan un sabor y jugosidad incomparable. Las jornadas gastronómicas del cocido lebaniego, en donde el comensal podrá abrir boca con un borono con manzana y con un sabrosísimo picadillo casero. A continuación, llega la sopa de cocido, con su punto perfecto de espesura y con todo el sabor de un guiso realizado con mimo y poco a poco. El plato principal lo componen una amplia ración de garbanzos, con repollo y el compaño, integrado por chorizo, relleno, costilla y carne de cerdo. Pero no terminamos aquí, ya que el comensal termina con un postre no menos tradicional. La elección se podrá realizar entre un flan de orujo de Liébana, unos frisuelos recién hechos, unos canónigos, un pudding de manzana y unos buñuelos. Y terminar disfrutando con un té del puerto con orujo de Liébana.

En dos ocasiones nos hemos acercado a este lugar, la primera en una comida multitudinaria de amigos, en torno a diecisiete, solo hombres atraídos por la carne, en la que empezamos con unos entrantes, chorizo criollo y riñones, los dos especialmente buenos, también se pidieron seis raciones de churrasco, para ir abriendo boca, también muy bueno y de segundo todos pedimos lo mismo chuletón, un chuletón digno de Hug el troglodita y hecho a la perfección, sangrante, el precio fue correcto, pues corrió el vino de una manera espectacular y de postres no todos lo tomamos, pues reventábamos. Al final un sitio en el que esperamos volver a hacer otra celebración del estilo.

En esta segunda ocasión nos acercamos en una mañana invernal seis personas en comida de trabajo, acudiendo a la llamada del cocido lebaniego, la comida fue bastante buena, los boronos nos gustaron bastante y el picadillo estaba también muy bueno, lo único que no me gusto en exceso fue la sopa, demasiado grasa para mi gusto, los garbanzos perfectos y el repollo también muy bien, el compaño bien pero echaba de memos alguna cosilla, los postres muy buenos probé los canónigos y los buñuelos, muy caseros, muy buenos. En resumen el lugar se deja querer, tanto por su carne como por su cocido no tan espectacular como otros pero muy bueno. El precio en las dos ocasiones dentro de lo esperado.

VI Jornadas Gastronómicas Argentinas

El pasado 30 de enero 2010, decidimos ir a probar las jornadas argentinas que se vienen desarrollando en este local de manera habitual una vez al año así que nos juntamos seis y decidimos movernos hasta el Sardinero de cena.

Una vez reunidos en el local y tras tomas un par vinos en la barra, pasamos al comedor. La cena ya estaba decidida de antemano así que la toma de nota fue de los mas rápido, seis menús jornadas gastronomicas argentinas.

De entrada nos sirvieron un vino argentino Malbec Viento Sur bastante agradable a mí en concreto me gustó, y fue con el que acompaños toda la cena. De primer plato nos sirvieron unas empanadas, para mi gusto muy especiadas, pero se podían comer, a la mayoría les parecio correcto y a mas de uno le encantaron.

A continuación un queso a la plancha, provolone este plato me encantó, nunca había comido un queso de estas características y la verdad es que me dejó un buen sabor en el paladar, tengo que repetir de este queso. El siguiente plato consistía en morcilla, riñones de novilla, mollejas y chorizo criollo, tabla de achuras, todo ello acompañado de un chimichurri muy bien elaborado, a mi al encantarme la casquería, este plato me encantó a otra gente de la que venía como no son muy participes de este tipo de platos, no les volvio locos, pero la verdad es que estaba clarísimo en el guión que nos estregaron antes de comenzar, en resumen a los que nos gustaba nos pusimos ciegos, pues nos comimos lo nuestro y lo suyo, todo hecho a la brasa, muy bueno.

Y de remate final un Bife de chorizo con una patata asada y pimiento muy bien para mi gusto, muy buen sabor y bien hecho.

A continuación nos sirvieron los postres, me gusto bastante el panqueque de dulce manzana, el otro que era dedulce de leche, algo parecido a la leche condensada cocida, no me gusto, pues este componente no me gusta nada.

Unas jornadas bien aprovechadas para disfrutar una tarde de sábado en compañía de unos amigos, de hecho nos fuimos los últimos pues cayeron unas cuantas copas, pero nadie ni nos metió prisa ni nos dijo nada. Lo único que no me gusto en esta ocasión fue que estaban retransmitiendo el partido y nos le tuvimos que tragar hasta que acabo, pero que le vamos a hacer. Pues la mayoría de la gente tenían pinta de parroquianos y a lo que estaban era al partido.