Hemos Comido…en Palo Cortado, un gastrobar de reciente apertura con Cesar Villacorta en la cocina.
Abril 2015. El Palo Cortado es un vino propio de las regiones vinícolas del Marco de Jerez y Montilla-Moriles. El gastro-bar ocupa el lugar de la anterior Barboletta, un sitio que me dejó un agradable sabor de boca, pero parece ser que no resultó rentable.
En lo referente a decoración el local sigue con la misma extructura que el anterior, pero con un diferente tono de pintura y con un aliciente más, un bartender en la barra lo que anima bastante la sobremesa y las copas nocturnas.
Tiene una carta bastante atrayente según mi parecer, se me hizo dificil decidir y al final opté por dos medias raciones y un plato principal. Tienes cinco opciones de menú: la carta, menú ejecutivo por 18€ de martes a viernes, especial fin de semana por 22€ con la comida los sábados, domingos y festivos, el menú gastronómico cenas de jueves a sábado y víspera de festivos por un precio de 35€ y el menú peruano también por 35€ y por encargo y a mesa completa.
Comenzaron sirviéndome un aperitivo bienvenida, croqueta de bacalao y salmorejo, este de muy auténtica textura y sabor, la croqueta buena textura muy líquida y suave sabor a bacalao, fritura en su punto, tierras de pan y jamón; buen equilibrio y un buen comienzo. Nos acompañaró el entrante con una copa de cava invitación por la reciente inauguración.
Carpaccio de wagyu, con vinagreta de setas, lascas de queso y reducción de Palo Cortado. Toque dulce de la reducción (sobraba a mi entender), tomate, piñones, rúcula, cascos de cebolla confitada, buen aliño, queso neutro, sin matar el sabor central. Uno de los mejores carpacio que he tomado últimamente, sería de diez sin la reducción. Por cierto, esta en una de las medias raciones.
Y la sigueinte media ración. La leche de tigre la mejor que he probado sin duda, batata(no me mola en este cebiche), ají (Chile), pulpo, gamba, dorada, alga peruana, maíz frito y crudo, cilantro. Un toque justo de picante y un corte de el pescado (dorada) de tamaño perfecto, un cebiche de diez, que poco voy a tardar en volver.
Y para terminar un tataki de atún rojo. Cebolleta confitada, remolacha, alga wakame, atún marinado en salsa ponzu y aderezado con sal negra, punto perfecto, corte justo y otra elaboración perfecta.
De postre una tarta de queso picón hecha con tres quesos, acompañada de helado de queso y fresas, curiosa.
Hay que reseñar una corta pero curiosa carta de vinos, aunque yo comiera con agua. La atención del personal de sala es impecable y al final se acercó el chef a preguntar a todas las mesas. Me queda por probar la barra, los cócteles que preparan, el sitio es de los que se deja querer.
San José 18 39001 Santander 942031898