Hemos comido…En Olivia en Peña Herbosa, un local que se suma a la oferta gastronómica de esta popular zona.
Junio 2016. Olivia es un restaurante con una vocación oriental, te atienden dos cocineros japoneses (creo recordar) que ofician de cara al público.
Realmente no es una oferta de cocina japonesa en su totalidad, pues su carta se divide en tartares, cebiches, uromaki y temaki.
Como podeis comprobar el local está decorado bastante mono, con unos servicios de mesa de papel y palillos chinos, si quieres también te proporcionan cubiertos. La carta es bastante cortita y enfocada en general a tres tipos de pescado: blanco del día (habitualmente lubina, digo habitualmente por que ya he estado en tres ocasiones), salmón y atún.
Comencé con un tartar de pescado blanco, de lubina en concreto. Estuvo muy bien, verdadero sabor a pescado, perféctamente limpìo sin zonas oscuras y de intenso sabor (para ser lubina), acompañado de unas huevas de pez volador, un pequeño toque picante y levemente marinado, aguacate y «floristería». Me resultó muy agradable, ración generosa y muy buen precio, la calidad del pescado buena.
El siguiente de la comida fue un rollo de atún a la llama picante. Un rollo completo de uramaki, con una espectacular presentación y un sabor muy bueno, acompañado de salsa de soja y wasabi, los acompañantes ideales para este tipo de comida. La salsa te la sirven en un recipiente donde puedes utilizar la que necesites, a mí me gusta disolver el wasabi en la soja. Los rollitos contenían pepino, zanahoria, huevas de pez volador, un poco de mayonesa japonesa, por cierto buenísima, atún retocado por un soplete y picante. El resultado buenísimo.
Y de postre, como es una comida bastante liviana, me decidí por un cebiche de atún, como muy bien dice Pablo en su comentario. En la misma línea que todo lo anterior, sabores justos en los añadidos y presente el principal, en este caso el atún. En esta ración se me hizo excesiva la cantidad de aguacate, quizás por que no es santo de mi devoción, hubiera incrementado el atún en detrimento del aguacate.
En resumen, una nueva y distinta oferta se ha instalado en Peña Herbosa. Todo lo que he tomado me ha gustado. Ya era hora de que alguien decida no tener una carta clónica. El personal resultó ser de lo más agradable y servicial en todo momento. El precio se me hizo bastante ajustado. Por cierto, comí con cerveza japonesa, ya la conocía, una Kirin Ichiban.