Hemos Comido…en Nobrac en el Río de la Pila, al final del callejón que lleva a La Bisagra.
Mayo 2014. Paco, nuestro Mule del Sil, se acercó a casa a hacer un curso de reciclaje, así que ya teníamos excusa para juntarnos. Quedamos a las ocho en El Riojano y como hacía una noche con una temperatura muy agradable decidimos picar algo y el primero sitio que se nos ocurrió fue Nobrac. Cercano, nuevo y no lo conocíamos, pero yo tenía muy buenas referencias del sitio.
Nobrac es un local que destaca por sus hamburguesas gourmet y acompañamientos atípicos. Patatas fritas de las buenas, chips de yuca, chips de boniato y unas hamburguesas excelentes, de carne, pescado y pollo.
El local no es excesivamente grande, de tal manera que prácticamente lo llenábamos, pero teníamos una barra en la calle donde nos fuimos situando. Terminamos cenando fuera y de paso charlando entre todos, algo dificil cuando hay mesas de por medio. Al final cena trashumante.
La oferta de vinos es curiosa, en los tintos nos recomendaron un Matsu, un vino de Toro que ya conocía. Compuesto por una trilogía ‘El Pícaro’, ‘El Recio’ y ‘El Viejo’ que representa tres generaciones de viticultores, cada uno con una relación con la tierra propia de su edad y de su etapa vital. La personalidad de cada uno encarna las características del vino al que da nombre.
Vino con gran capa y de color amoratado, lo que denota su juventud. Tiene un intenso aroma en el que destacan las frutas negras, com moras y arándanos, dominando sobre las frutas rojas y las notas minerales. En boca de nuevo dominan las sensaciones afrutadas un vino con cuerpo, que al mismo tiempo deja unas agradables sensaciones golosas. Un excelente vino.
También hubo esa cosa a la que llaman vino, de nombre moscato, y más parecido a un vino con Casera por su aporte de azucar y carbonico, que probé por enésima vez intentando sacarle algo positivo.
Los dos vinos fueron servidos en unas copas acordes a la situación. También se bebieron unas cuantas jarras de cerveza. Ante todo decir que el precio de los vinos está muy contenido y que la oferta no es nada usual, apuestan por nuevas referencias.
Nos apuntamos a unas patatas y unos chips antes de comenzar con la hamburguesas de las que cayeron un total de 19. Fue una pena que no hubiera suficiente luz como para sacar una buenas fotos, pero os puedo decir que todas y cada una de ellas estaban hechas muy bien de punto, tenían un tamaño excelente: 160-200 gr y los acompañamientos los justos para que no salgan las cosas volando. Una excelente experiencia hamburguesera.
La de la fotografía superior es una hamburguesa Made in Spain. Con pan del que habitualmente comemos en casa, con una base de tomate (pan tumaca), hamburguesa de 200 gr, queso de La Jarradilla y una banderilla. Buenísima, yo me dediqué a probar todas pues venían partidas a la mitad.
Hamburguesa Gourmet. Pan de brioche de pasas, 160 gr de carne, compota de pimientos rojos asados y tomate, foie, queso de cabra, cebolla confitada y rúcula. Excelente y eso que a mí la cebolla confitada… miau.
Hamburguesa Cuzco. Pan de brioche de siete cereales, 160 gr de carne, queso chedar, beicon, aguacate y salsa picante. Deliciosa, esta es de las que más me gustaron, un toquecillo picante y un excelente sabor, también muy buena.
También se comió una Nobrac. De pan rústico, queso de cabra, 160 gr de carne, compota de cebolla, compota de pimientos rojos asados, tomate y brotes germinados. En la misma linea que las anteriores.
Y por último y marcando la diferencia una hamburguesa de pescado, Almadraba de nombre. Pan brioche de amapola, 150 gr de atún de almadraba, compota de pimientos rojos asados y tomate, cebolla confitada y ali oli. Deliciosa, jugosa y muy sabrosa, me sorprendió gratamente.
Non invitaron a dos raciones de tarta de zanahoria con nueces que estaba muy buena, un toque de sabor a naranja, algo distinto a la oferta habitual de postres.
Un descubrimiento, una hamburguesería atípica, donde degustar verdaderas hamburguesas gourmet. Os recomiendo que busqueis sitio dentro y las disfruteis mejor sentados que de pie pues se lo merecen. Un lugar recomendable tanto por precio como por calidad y servicio. La chica que nos atendió estuvo de lo más amable y atenta en todo momento. En breve repetiremos, no todos a la vez pero repetiremos. Una pena que las fotos no les hagan justicia.
Travesía Río de la Pila, 3 39003 Santander