Hemos comido en un sitio emblemático de Santander, en las Caballerizas del Palacio de la Magdalena; se encuentra situado dentro de la península de la Magdalena, sede de la afamada Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Se trata de una cafetería y restaurante, ambos espacios, bien diferenciados y regidos por Don Javier Fernández Rodríguez, hijo del conocido hostelero leonés, afincado en Santander, desde hace muchos años, Don Doroteo Fernández, conocido por «Teo».
Las instalaciones están abiertas al público en general durante todo el año excepto durante el curso de la UIMP, de junio a septiembre, que está restringido y únicamente es para alumnos y profesores de la Universidad, y abren al público en general los fines de semana durante este período.
En la cafetería tienen una terraza fantástica, enclavada justo enfrente de la playa de bikinis, cubierta y al aire libre, en dónde se pueden degustar raciones como alitas de pollo, croquetas, patatas bravas, mejillones, queso, embutidos, rabas, todas ellas de una excelente calidad y a unos precios inigualables, platos combinados, sándwiches e incluso un chocolate con churros para este otoño lluvioso. También disponen de 2 pantallas de plasma para ver los partidos de fútbol.
El Restaurante, es un magnífico salón, muy espacioso y con una capacidad de unos 100 comensales, fue nuestra elección ya que íbamos 4 familias con sus respectivos querubines
Cuentan con un menú de fin de semana, con 4 primeros ( Cocido Montañes, garbanzos con compaño, arroz al puerto y pastel de verduras), el cocido y los garbanzos muy ricos y muy suaves, el arroz al puerto, es un timbal enorme de arroz atún arroz y tomate casero sencillo pero muy sabroso, el pastel de verduras no lo probé pero dijeron que estaba muy rico con 4 segundos (Merluza a la romana, entrecot, lubina a la plancha y codillo), todo casero y raciones más que generosas, postres caseros variados( en está ocasión estaba tan lleno que tomé un almendrado pero tenían flan, macedonia, tarta de queso….), agua, vino(Rioja crianza más que aceptable).
Por solo 15€ por persona, todo comida tradicional y casera, magníficamente servida y un servicio muy atento. Y para los más pequeños disponen de menú infantil de 8€.
Sencillamente es una opción increíble ya que tienes un lugar idílico que cuentas con parque, playa y una gran extensión de terreno para practicar deportes o simplemente pasear y disfrutar de la preciosidad de nuestra Bahía, se lo recomiendo a todo el mundo, nosotros repetiremos e intentaremos que sea sin lluvia.