Hemos Comido…en La Pasarela, un lugar al que no venía hace como treinta años pero que sigue igual.
Agosto 2014. La Pasarela es un bar con solera, se inaguró en 1929. Desde 1984 Chechu y su mujer Carmen se hacen cargo del negocio. Es famoso por los carajillos, granos de café, piel de limón, azúcar, brandy que envejecen en barricas en casa, café express y hacer un ruido característico de cuchara al remover la mezcla.
El carajillo es algo que se trajo mi padre de Valencia, donde lo tomaban en el puerto los portuarios como desayuno, él le cogió afición como fin de comida, con la diferencia que en Valencia utilizaban la cazalla. La gran mayoría de los licores de anís tienen como base etílica un alcohol puro e insípido, la cazalla más que de un licor de anís, se trataba de un aguardiente de vino anisado.
Uno de los lugares a los que solía venir era aquí, comía en casa de su hermana (mi tía) que vive cerca y se bajaba a tomar un carajillo, viendo el ir y venir de los trenes por la vías.
Su invención viene del periodo colonial cubano, cuando las tropas españolas para cobrar valor ante el mambís echaban ron al café “para coger corajillo” se decían (en nuestra posterior guerra civil se reinventó como “saltaparapetos” sustituyendo el ron por brandy) y de ahí, por corrupción, carajillo.
El local sigue teniendo ese aspecto seductor de las tascas andaluzas, también es sede de una peña taurina. Tiene una curiosa carta de vinos y sobre todo sirven raciones. También dispone de un plato del día.
Estaba buscando donde comer, un lugar donde poder aparcar y me acordé de este sitio donde hay OLA pero suele haber sitio, pegado a las vías del tren, al final de la Peña del Cuervo. El local toma el nombre de La pasarela que hay sobre las vías del tren en la Peña del Cuervo y que llega hasta la calle Castilla.
La Pasarela tiene dos tramos, el primero que sale desde la Peña del Cuervo, llega hasta la mitad de las vías, bajas unas escaleras y has llegado al Museo del Ferrocarril. En el segundo llegas hasta la calle Castilla.
Me senté, me tomaron nota y estuve un buen rato dándole a la sinhueso con Chechu y otros comensales que habían encargado un arroz con bogabante, según me digeron famoso en este lugar. Yo no tuve el placer, lo dejo para otra ocasión, pues hay que encargarlo para saborearlo.
Me sirvieron de aperitivo un tomate de Cantabria espectacular, con un chorrín de aecite, un poco de cebolla y un par de aceitunas negras. Un comienzo genial y fresco acorde al caluroso día que hacía.
Comencé con un pulpo a La Pasarela, pulpo con pimentón, pimiento verde y rojo pochado. Muy bueno, una generosa ración con un resabor que me recordaba a las latas de este cefalópodo, añadida una sal gorda que le acompañaba a la perfección, posteriormente quedo demostrado que mi paladar sufrio un lapsus, que el pulpo usado en la racion es fresco y sometido a un largo proceso de elaboracipon. De todas maneras me da igual su procedencia, el caso es que estaba muy bueno.
Aquí os dejo una foto del arroz con bogabante que se estaban comiendo los dos comensales de al lado.
Y de segundo callos. A pesar del calor no pude resistirme. Con patatas de las buenas, unos sabrosos callos, un poquitín picantes. El binomio callos-patatas perfecto.
En resumen, el sitio está como hace treinta años, muy cuidado y con aspecto de taberna andaluza, el personal de lo más agradable y parlanchín. El precio algo elevado, pero dentro de los límites. Habrá que volver a ver ese arroz y por la noche a tomar un carajillo, que ya no me acuerdo a que saben.
Peña del Cuervo 39008 Santander 942237761
www.facebook.com/lapasarela.santander
Por El Mule