Hemos Comido…en La Mar, un local de reciente apertura donde la oferta gira en torno a las ostras de diferentes nacionalidades.
Julio 2015. La ostra es algo que me encanta, sentarme delante de una caja con un abridor y una botella de espumoso… hasta el infinito y más allá. Hasta hace poco era el único a quien le gustaban en casa.
A raiz de una visita a Las Redes en San Vicente de la Barquera mi mujer comenzó a disfrutar de verdad con las ostras, pero las que más le gustan son precisamente las de San Vicente, según ella tienen un mayor sabor a mar y una textura más tersa.
En este artículo se refejan más de una visita al local, siempre coincidimos a la hora de beber con un Oriol Rosell Brut Nature reserva de 2012.
Oriol Rossell es una bodega familiar que ha llegado a consolidarse un gran nombre como elaborador de cava. Sus 85 ha. de viñedo son cultivadas únicamente con las tres variedades de vid tradicionales en la comarca, xarello, macabeo y parellada, y su objetivo, conseguir un producto de máxima calidad conforme a la tradición.
La bodega, de estilo modernista, fue construida en 1908 y se encuentra en la solariega mansión de Can Cassanyes, el antiguo caserío, edificado en el siglo XVII, que preside la propiedad.
Un cava de color amarillo pajizo con reflejos verdosos, limpio, brillante y un desprendimiento de carbónico persistente de finas burbujas. Intensidad olfativa alta, aromas de fruta blanca sobre un leve fondo de notas de crianza. La entrada en boca es muy agradable, con un paso amplio refrescado por una acidez equilibrada.
El afrodisiaco manjar suele aparecerse en nuestra imaginación asociado a los coquetos locales parisinos, envuelto en burbujas de champagne. Y es cierto, París es un excelente lugar para disfrutar de las ostras, pero ahora contamos en Santander con este lugar donde disfrutar de unas excepcionales ostras de diferentes nacionalidades: españolas, francesas y escocesas.
Gran parte de la producción de ostras originadas en San Vicente de la Barquera se exportan a Francia, considerada la élite del mercado de este manjar. La razón es la calidad del mismo y el esmero con que son criadas en sus bateas dentro de un magnífico parque de cultivo y utilizando técnicas innovadoras. Aguas dulces y saladas, aguas excelentes que conservan sus propiedades naturales desde hace miles de años en una zona privilegiada que aporta al bivalvo los nutrientes necesarios y los microorganismos para que su sabor y textura sean consideradas en todo el mundo. Para mí las que más saben a mar y las más tersas de todas las que he probado hasta ahora, mis preferidas.
La cuenca de Arcachon ya era conocida en la antigüedad por sus producciones de ostras salvajes. Actualmente, se ha convertido en un importante centro de reproducción que suministra huevas (larva de ostra) a la mayoría de las cuencas ostrícolas francesas.
Siempre muy yodadas y bastante carnosas, a los aficionados les encantan las ostras normandas. Entre las más famosas, la ostra especial de Isigny, sabrosa y bastante pulposa, o la ostra de Saint-Vaast, muy conocida por su sabor de avellana. Las ostras dichas de “Plena mar” se crían en la costa Oeste del Cotentin, dónde la ostra disfruta de un mar puro que le confiere su perfume yodado y su fineza.
Whitstable sirve ostras desde la invasión romana, sin exagerar. Hoy en día sigue estando entre los mejores lugares británicos para la degustación de esta exquisitez y origen de la mayoria de la exportacion de ostras escocesas.
Y para terminar unas almejas de cuchillo, la ideal para los amantes del marisco crudo y al natural de ahí su sobrenombre «cuchillo» ya que es así como se suelen consumir, comiéndolas con un cuchillo y echándoles un chorrito de limón, como se consumen también las ostras. Acompañadas por un buen vino blanco o cava.
Peña Herbosa 11 39006 Santander
En resumen, todo en su punto: el cava frío, las ostras frescas y el precio a la vista, una atención amena y perfecta, poco más se puede pedir. Al final el ranking de ostras quedó de la siguiente manera: en primer lugar San Vicente, seguida de Arcachon, a continuacion las normandas y para terminas las escocesas. Por supuesto, me refiero a nuestro gusto particular.
Por El Mule