Hemos Comido…en La Galerna, una renovación total del antiguo mesón Los Jamones en la calle Perines.
Agosto 2014. Sus propietarios, Ricardo Peña y Pilar Busto, han apostado por un estilo decorativo más minimalista y luminoso, La Galerna mantiene de la etapa anterior el plato más emblemático del antiguo lopcal, las tablas de mar y tierra. Esta tiene un precio de 16 euros. Hay muchos clientes que tienen esta especialidad como referencia. También se han mantenido algunos postres o los clásicos langostinos en salsa de chile chipotle.
En el corto espacio de tiempo que lleva abierto ya cuenta con una gran número de habituales a su cuidado menú del día de 13€. Es de destacar también la carta de vinos, en la que destaca una cuidada selección de caldos con una relación calidad-precio de lo más atrayente.
En la carta podemos destacar el plato de langostinos, las ensaladas de pollo tandori, de codorniz escabechada, de quesos gratinados y lacon a feira. El carpaccio de gambas, chicharro marinado y milhojas de berenjena y ternera con queso de cabra.
En pescados, el rape en salsa de sepia, albardado y presentado sobre un coulís de ajo. La lubina al hinojo, el bacalao frito con ali oli suave o el salmón Sockeye al eneldo con crema agria.
Merece destacar el rabo deshuesado acompañado de unas setas, la carrillera de ibérico, el entrecot emparrillado y el guiso de pintada.
Para el postre, el más afamado es la torrija de sobao con helado de canela, también los crepes, el bizcocho fluido de avellana con helado de sobao y la tarta de queso.
Mientrasvesperábamos la comanda nos sirvieron un aperitivo. Enseguida se presentaron con un risotto de mejillones, para mí resultó más arroz con mejillones que risotto, me gustó bastante. Buen punto de arroz, ración muy generosa y un buen sabor. No tan cargado de queso o mantequilla como suelen ser los risottos.
De segundo unas excelentes carrilleras de ibérico acompañadas de patatas paja recién hechas y una rodaja de buenísimo tomate. En un principio no me pegaba lo mas mínimo con las carrilleras, pero al final resultó ser un buen acompañamiento. La racion generosa y muy bien elaborada con el clásico sabor de las carrilleras guisadas, muy bueno.
De postre brownie, un poco «ladrillo» pero comestible, el agradable sabor a chocolate y nueces siempre es bienvenido como postre.
En resumen, al lugar le falta un poco de rodadura, pero promete, se notan unas grandes ganas de agradar por parte del personal y una carta cuidada buscando dar lo mejor en la cocina. Pude comprobar que el comedor se llenó de habituales, todos eran conocidos, por lo que me da la impresión que a la gente le gusta y vuelve. Hay que volver.
Perines 8 39007 Santander 942370425 942371638