Hemos Comido…en El Chumarru, escondido entre callejas a caballo entre Tetuán y Canalejas. Como diría mi abuelo «Entre dos peñas feroces sale un hombre dando voces, le oirás, pero no le verás, pero en el ruido lo conocerás», todo un poeta.
El ripio anterior es aplicable tanto a la situacion del susodicho, como a la la digestión posterior del cocido que te vas a comer en el Chumarru. Es uno de los clásicos de la zona de Tetuán, pero centrado en otro tipo de cocina, no en la marinera habitual del barrio, una cocina más tradicional y casera a la vez que contundente.
Es un lugar muy recomendable para comer de menú del día, generalmente compuesto por una buena cantidad de cocido montañés o cocido lebaniego. Dentro del menú a parte de la bebida, un vino de la casa, al que hay que ahogar en casera para poder con él, un segundo plato llamado chumarro que contiene patatas fritas con filetes de cerdo fritos partidos en pedazos pequeños y unas croquetas de carne. Todo muy bien para volver a la obra a colocar ladrillos.
Lo cierto es que la comida estuvo muy buena. Y para finalizar y rivalizando con el Fuente Dé pedimos queso picón. Nos sirvieron una buena ración de queso del que dimos cuenta y para completar una típica comida cántabra pedimos un poco de té del puerto.
Nos trajeron una jarra que dio para varias tazas.
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