Hemos Comido…en La Cantina Plaza Garibaldi, anteriormente situada en Hernán Cortés y ahora ocupando el antiguo local de La Bodeguca.
Marzo 2017. Me acerqué de comida familiar por la sencilla razón devque daban menú celiaco, mi hija ya ha estado en otras ocasiones y siempre me ha hablado muy bien de él.
Dispone de difernetes cervezas de origen mexicano, de entre las cuales elegí una Pacífico, que ya conocía y sé que me gusta, una cerveza industrial, normalita, de mi agrado.
Como os decía anteriormente, el local da de comer a celiacos y está recomendado por Viajar sin Gluten.
La carta es bastante extensa y los precios son muy comedidos, Antojitos, Tacos, Burritos, Quesadillas, Enchiladas etc.
Nada más sentarte te colocan unos topopos y diferentes salsas con distinto grado de picante, que nunca llega a niveles insoportables, al menos para mí y, por cierto, muy sabrosas.
Una gran sorpresa fue el cebiche de lubina. Cortada en unos dados muy homogéneos y de tamaño justo, un marinado muy ligero, un poco de cebolla roja y aguacate, imperando el pescado. Una agradable sorprersa, un buen cebiche en un mejicano, acompañado de unos topopos a modo de pan.
Algo de lo que me habían hablado y que venían con fijación los otros dos comensales era los nachos bikina. Acompañados de queso, frijoles y guacamole al que enseguida le añadimos una de las salsas con las que nos habían recibido, la más picante, que acompañó a las mil maravillas.
Continuamos con unos tacos de res. Muy buenos aunque solo pedimos uno para cada comensal.
Para terminar un codillo con ensalada. Ciertamente exquisito, horneado de maravilla, jugoso y con el gran sabor que caracteriza esta pìeza, que a diferencia de la oferta habitual este no estaba hecho en salmuera, si no cocido en su totalidad al horno, acompañado de una ensalada muy especial y las tortillas de maiz que hicieran falta, pues nos sirvieron dos veces. Al final son tacos de codillo. Muy recomendable.
De postre tomamos cada comensal uno diferente, los tres libres de gluten. Yo tomé esta especie de queso dulce con textura similar a la leche cocida, vamos, como un tofe. Me encantó.
Otro comensal algo similar a unas natillas, que le gustaron un montón.
Y por último una tarta de queso.
En fin, una extraordinaria experiencia, una suculenta comida en un restaurante mejicano, con influencias tex-mex y de cocina nacional, pero básicamente azteca.
Nos obsequiaron con unos chupitos de tequila con fresas, muy buen final con un ligero toque picante.
Santa Lucía 61 39003 Santander 942377602