Nos acercamos a Canalla a tomar unos cócteles, pues había oído que mi preferido lo bordan, no podía dejar pasar la ocasión.
Pero antes ¿cómo se escribe coctel, cóctel o cocktail?, era algo que ya corroía a los galos en las aventuras de Asterix y Obelix. Es muy común no saber cual de las tres opciones es la correcta, en castellano, se acepta tanto coctel como cóctel. Tanto si lleva acento como si no, es correcto. En inglés, la forma correcta es cocktail.
Y hablando de canallas, nos acercamos a una de las zonas más tradicionalmente canalla de Santander, la calle del Sol, pegada a mi calle. Una zona canalla, reivindicativa y preparada para la fiesta en cualquier momento. Al borde de la puerta, en el letrero, empiezo a vislumbrar el objeto del deseo, que es esta ocasión se llama Bloody Mary.
Los canallas y propietarios de esta atípica coctelería son Gus y David. Gus más centrado en cocktelería tradicional ha desfilado por todo Levante y Calpe, y locales como Mogambo, Golf y La Malinche. David se especializa en combinados, sobre todo en gin tonic, con una amplia carta de ellos.
Gus hace un ‘frozen’ de frutas naturales que no se lo salta un cuadrilla de gitanos, frescos sabroso y con el valor añadido de estar hechos con frutas naturales escogidas y compradas a lo largo del día.
Una de las tendencias que dejó el verano del año pasado fue los cocteles frozen, margaritas y daiquiris con el apellido frozen a su lado. ¿Y qué es eso del frozen? Aunque muchos lo hayáis escuchado por primera vez en el chiringo del Mediterraneo donde fuisteis a veranear el año pasado, lo cierto es que no se trata de nada nuevo. Hemingway ya disfrutaba de los daiquiris frozen en las décadas de los 30 y 40 en El Floridita de Cuba. De hecho en este establecimiento existe un tipo de daiquiri creado en su honor que se sirve en forma de frozen: el Hemingway’s Special Daiquiri o Papa Doble.
Un cóctel frozen es un cóctel exactamente igual que su versión original, pero con la peculiaridad de que tiene una textura distinta que le acerca al granizado. Para elaborarlo se necesitan dos elementos indispensables: por un lado una blender o licuadora y, por otro, hielo. Se trata de mezclar todos los ingredientes del cóctel junto con el hielo en la licuadora a una baja velocidad, para que éste se rompa poco a poco y vaya fusionándose con el líquido. Así se consigue una textura helada y cremosa.
Dos de mis acompañantes optaron por este tipo de coctel, uno de maracuyá y otro de fresas que les sorprendieron gratamente, ya estan pensando en volver.
El Bloody Mary es un cóctel de fama internacional. Una de las teorías más extendidas dice que su creación se debe a Fernand Petiot, que preparó por primera vez esta bebida en el año 1921, en el bar Nueva York de París. Su nombre podría hacer referencia a la reina María I de Inglaterra, que recibió tan singular apelativo tras ordenar una cruel persecución contra los protestantes en el siglo XVI.
Y como estaba escrito cayó el Boody Mary, un trago largo de tomate y vodka como ingredientes básicos, ideal para las mañanas resacosas, aunque a mi me entra a cualquier hora y resulta comida-bebida-golosina. Son un vicio y los que preparan aquí sobre manera, un poco picante, algo salado y con el agradable sabor del zumo de tomate.
Por cierto, si necesitas ayuda en una fiesta privada y quieres dar un verdadero toque diferenciador los puedes contratar para que te elaboren en vivo y en directo los mismos cocteles que en la coctelería.
Por el Mule
Para mas información sobre frozen notesubasalabarra.com porciones de texto del blog anterior notesubasalabarra.com y de Wikipedia