Santander Agua Salada

Hemos Comido…en Agua Salada, un local de reciente apertura justo en la esquina de San Simón con Santa Lucía

Agosto 2014. Un local donde el formato ofertado es a medida del hambre del comensal o las ganas de probar diferentes opciones: raciones, medias raciones y en tercer lugar tapas. Dispone de una carta cortita pero interesante, con una buena mano en la elaboración. Al frente del negocio están Carlos García en cocina y Pilar Montiel en sala.

Como complemento a la carta ofrece un menú diario a un precio de 10.50€. En la carta la oferta pasa por las croquetas de carne guisada, los noodles de Yaki Udon, el tartar de salmón salvaje, el huevo escalfado sobre parmentier de patata boletus y crujiente de jamón, la ensalada de mollejas de pato, los chipirones rellenos en su tinta con arroz, cilantro y naranja, el bacalao confitado sobre cama de calabaza y zanahoria, nuggets de pollo almendrado, milhojas de pato y tortos de maíz con manzana caramelizada y mandarina.

Para terminar y en la oferta de postres, lingote de almendras, praliné y salsa de chocolate, tarta de tiramisú y gelé de café, torrija de sobao pasiego con crema de orujo y el semifrío de mango, sopa de coco y frutos rojos.

A destacar el buen hacer del personal de sala y la atención, enseguida nos tomaron nota y nos situaron en el rincón más romántico, justo a la entrada. Enseguida comenzamos con una sopa de verano que tomo mi acompañante en concreto una vichyssoise. Esta sopa es una crema fría salada elaborada con puerro, cebolla, patata, leche y nata. La nacionalidad culinaria de la vichyssoise se discute desde hace casi un siglo, para determinar si esta innovación gastronómica es francesa o estadounidense. El crédito del descubrimiento del plato se atribuye a Louis Diat, un cocinero francés del Ritz-Carlton de Nueva York durante la Primera Guerra Mundial. Segun mi acompañante la sopa estaba buenísima.

Otro de los entrantes, el tartar de salmón y aguacate ornamentado con perlas de aceite de oliva virgen. Muy bueno de sabor, un acompañamiento perfecto por parte de las algas, pero se me hizo algo escasa la ración.

Continuamos con un bacalao de una factura excelente. Un bacalao excepcional tanto por la calidad como por el punto, con unas láminas que presentan esas iriscencias que muestran lo acertado del punto, coronado por el mismo alga que el salmón y un toque de tomate, sobre una cama de sopa de calabaza que me agradó mucho y que combinaba a la perfección con el pescado.

Continuamos con media ración de pluma. Correcta de punto y de excelente sabor, acompañada de unas patatas con piel también de lo más agradables.

Mi acompañante tomó un Palacio de Bornos, un verdejo de la familia Sanz, uno de los productores más conocidos de Rueda. Verdejo, agradable, fresco y ligero. Yo cené con cerveza, Alhambra.

De poste tomé un semifrio de mango y sopa de coco. Una sorpresa tanto por el sabor como por la sopa de coco y los frutos que acompañaban a este postre tan inusual.

La cena resultó muy agradable, primero por la compañía, el sitio es mono y el personal resulta de lo más atento, todo generalmente perfecto, un precio dentro de lo razonable y un ambiente muy majete.