Hemos Comido en Agave Azul mi mejicano favorito, y por cierto a tiro de piedra. Cuando hay pocas ganas de pringar la cocina y cenar requetebién nos dejamos caer.
Septiembre 2014. A pesar de no volverme loco los restaurantes mejicanos, en general, este elabora una cocina más tradicional, menos tex-mex. La carta es bastante extensa y hay ciertas raciones de las que solemos repetir, a veces hay que preguntar pues no te haces idea de lo que son algunos platos.
La carta no es fija y hay ciertos cambios estacionales. También hay cosas que no varían pues son los platos más demandados, entre los que se encuentran los nachos, un plato que aunque sea el máximo exponente de la cocina tex-mex aquí le dan un toque especial que los diferencia de la mayoría de los restaurantes, vienen acompañados un pico de gallo. En México reciben el nombre de pico de gallo una variedad de ensaladas o salsas regionales, que siempre incluyen verduras o frutas frescas cortadas en cuadritos. Los picos de gallo son un acompañamiento habitual de muchos platos mexicanos. La variedad más común de esta ensalada es una mezcla de tomate, cebolla y chiles jalapeños picados. Estos también incorporan guacamole. Lo cierto es que están de vicio y son un ración muy generosa. Recomendables.
Enchiladas de pollo, media racion. La enchilada es un plato que en México se elabora con tortilla de maiz bañada en alguna salsa picante utilizando chile en su preparación. Dependiendo del estilo, la enchilada puede ir acompañada o rellena de pollo, pavo, vaca o queso; además de ser acompañada de alguna guarnición adicional. En este caso el picante fue suave y la enchilada deliciosa.
Para termianr un codillo acompañado también de pico de gallo y unas tortillas de maiz donde depositar la carne del codillo y alguna de las salsas que te sitrven para acompañar, unas más picantes que otras. En Méjico lo conocen como chamorro. Es la parte de la pierna, junto a los codillos, manitas y patas. Se cocina al horno, como carnitas. Y el resultado es delicioso, crujiente por fuera y jugoso por dentro, acompañado del pico de gallo y en tortitas, muy rico. Fue el descubrimiento de la velada, es más, cuando escribo el post ya he vuelto en más de una ocasión a por un chamorro para cenar.
En resumen, el mejicano merece la pena, una cocina más mejicana que lo habitual y bien cocinada, con un precio muy bueno y una amable atención.
Y de postre, ya sabes, tequila. Lo cierto es que cuando venimos por aquí suelo ver pedir margaritas, da la impresión de que las preparan muy bien, pero yo prefiero un tequila reposado.