La olvidada salsa picante de los marineros del cantábrico, Salsa Bastarda.
«El salitre se acumula en las mudas. Las convierte en despiadadas lijas. Llega a hacer olvidar los vientos gélidos que nos impiden dormir en los camastros hechos con hojas de maíz. La dureza de la vida en el mar acelera a muchos la muerte, pero conmigo no ha podido de momento.»
Semanas después de zarpar, la tripulación siempre repetía el ritual. Las cayenas secas acababan macerando en sidra convertida en vinagre, los pocos vegetales que quedaban. Así evitaban que se perdieran. Eso obraba el milagro. Ni rastro del escorbuto que asolaba a otras tripulaciones.
«Era el único momento en el que podíamos llorar. Era entonces cuando las lágrimas del picante enmascaran las lágrimas de miedo, nostalgia y pena, por aquellos que muy probablemente no volviéramos a ver. Éramos un puñado de valientes. La llamábamos Salsa Bastarda.»
– Pedro Vizcaíno de Lakoza. Capitán de barco.
La Salsa Bastarda es una salsa picante y debe ser consumida con cierta prudencia, es una receta natural como la vieja receta pescadora, esta salsa está elaborada solo con ingredientes naturales.
La capsaicina, componente activo de los alimentos picantes, bloquea el dolor y alarga la vida. Comer picante cataliza la quema de calorías, baja la presión arterial y reduce el colesterol. Los pescadores mejoraban su ánimo con la Salsa Bastarda. Comer picante libera endorfinas.
La Bastarda está elaborada con ingredientes naturales, sin conservantes ni colorantes. Nada de química. Las dos salsas son muy curiosas y con un sabor muy diferente a los típicos picantes sudamericanos.
En el caso de la salsa roja los ingredientes son: pimiento rojo, vinagre de manzana, cayena seca, ajo y sal. Con un buen picor que recuerda a alegrías riojanas con mezcla de pimiento.
Por su parte la salsa verde lleva: pimiento verde, vinagre de manzana, cayena seca, pimienta negra, comino y sal. Como consecuencia de esta mezcla surge un picante bastante algo más subido que su hermana la roja, con saborcito muy peculiar y algo más especiado.
La Roja acompaña perfectamente a casi todo, para patatas fritas, hamburguesas, perritos calientes, fingers de pollo…vamos, cualquier cosa que pueda llevar picante, la carnaza a la brasa, costillas barbacoa, etc. Marida muy bien con carnes mas elaboradas, acompañando a salsas como las carrilleras, la casquería y un largo etcétera de carnes guisadas. Y hay algo que es la repera: patatas fritas con huevos estrellados y salsa bastarda.
La Verde tiene un sabor muy peculiar donde se pueden adivinar matices similares a las piparras. Muy equlibrada para elaboraciones más suaves como el pollo asado con patatas, la tortilla de patata, pescados a la sal y sobre manera pescados, bonito a la brasa o plancha, pinchos con bonito embotados y elaboraciones con verduras, burritos, marmita, etc…
Por cierto, hoy entrecote de angus de Uniko Alimentación de buen tamaño, con patatas, pimientos de Isla y Salsa Bastarda.
Para todo lo demás vuestra inaginación.
Por El Mule