Segunda sesión de iniciativas gastronómicas del Restaurante El Muelle.
Nuestro amigo Valentín se vino arriba y provocó una nueva jornada de disfrute y placer para los amantes de las cosas mundanas y deliciosas.
Nos trajo a un cachonero (paisano nacido en Maliaño, Ayuntamiento de Camargo), que por destino y vaivenes de la vida aterrizó en Sabadell y acabó haciendo masa madre a dolor y ha perfeccionado un pan de coca, que es un verdadero primor, que todo ser humano debería degustar.
Nosotros tuvimos la auténtica y verdadera oportunidad de disfrutar de su buen hacer y hemos podido autenticar fehacientemente la esencia de la masa madre, elaborada únicamente con agua, harina y sal, con 8 horas de proceso y un sabor inigualable y con cero pesadez.
Con cada bocado fuimos sintiendo el buen hacer del maestro panadero, comenzamos con algo tan sencillo y delicioso como un pan con aceite dominado por la anchoa dueña y señora del aperitivo de Cantabria gracias a nuestro señor Presidente de la Comunidad y un pan tumaca de manual, acompañado de una manzanilla muy fina apasionante de San Lucar de Barrameda.
Continúa la velada con un verdejo de Castilla y León que no sorprende a nadie pero cumple con su universalidad de fruta, alegría y diversión, que hacen que la tostada de atún sea una verdadera delicia, su nombre es tan gracioso y susceptible que se llama Haz verdes tus días grises, nadie podrá negar su respuesta.
No para el asunto y empezamos a tirar de clásicos, denominados como el auténtico placer de los humanos de este planeta, una ensaladilla de langostinos con su mayonesa exquisita y su patatina cortada en perfectos daditos de juguete, todo clásico ha de venir envuelto con un clarete, tan natural, tan diferente y tan sorprendente que sólo los asistentes podemos dejarnos influenciar por su sabor y su autenticidad en una época invernal como la que disfrutamos.
Fuimos hacia el clásico francés, totalmente españolizado, con un sándwich de aguacate (el rey de la comedia de los fofisanos y los veganos), huevo cocido (mi amigo Bruno lo apartó), además llevaba curry, sal, pimienta, queso fresco, tomate cherry y ralladura de limón, una auténtica delicia terrenal, sana, sencilla y abrumada por el pan de coca que seguía siendo el auténtico verdadero dueño y señor de la velada propuesta por nuestro amigo VALENTÍN, sinceramente fue acompañado por un vino tan joven y sencillo que despreció el sándwich que todos disfrutamos y soñamos para ocasiones venideras.
Parecía que la noche se desvanecía pero aún quedaban sorpresas, surgió un bocata o quizás surgió su Rioja previamente, se estaba dando una noche tan fabulosa que nadie se ocupó en el orden de los factores, simplemente dimos rienda suelta a la algarabía y nos afanamos por enloquecer con el fin salado del barrio Pesquero, un bocata de pan de coca y carpaccio de ternera con aceite de oliva virgen extra, rucula y zumo de limón, simplemente acompañado por un vinazo llamado Edulis de Altanza crianza de 2016.
Nunca podíamos dejar dormir una experiencia tan auténtica como ésta, sin sentir el placer del dulzor y la alegría que nos da el cava catalán, nos tocó una birgueria llamada Pere Olivella Galiman, brut nature, siendo el maridaje y broche a un postre realmente delicioso de helado auténtico de chocolate con pan de coca (Artífice de nuestra velada) y grosella natural.
No os volváis locos, llegamos al final, un auténtico orgasmo de placer y sapiencia añadida por nuestro maestro panadero, que nos dió todas sus muestras de buen hacer; finalmente nos retratamos con 30€ para saludar nuestra deuda de placer y abrazar a nuestro maestro de ceremonias Don Valentín, I love YouTube.
Los Vinos
Las manos del artista.