Hemos Comido…en El Carmen, ya me había acercado con anterioridad a tomar un vermut y un cámbaro, algo dificil de encontar en los bares y restaurantes de Cantabria y que tan de moda estuvo durante muchos años.
Septiembre 2015. El Carmen, un nombre de lo más cántabro y de lo más marinero, patrona de los marinos, de gran devoción a lo largo de nuestra geografía litoral. Y con tal nombre el sitio ofrece una gran variedad de pescados y mariscos, sin olvidarnos de las carnes y ciertas elaboraciones de mondongo.
Todos los mediodías, Rosabel Élices y Tino Barrio ofrecen a sus clientes una tapa de aperitivo para acompañar su blanco de solera, su vermút de solera o la cerveza mañanera, además de las raciones, carta de picoteo donde no faltan los clasicos de siempre; caracolillos, navajas, esquilas, nécoras, mejillones en salsa o vinagreta, las rabas etc.
Además de su famosas mariscadas a un precio de 65€ para dos personas. La oferta de pescados como el rodaballo, la lubina, el jargo o la dorada se ofrece a diario en la carta. En las carnes dispone de las del valle de Campoo, chuleta-ton de buey a la piedra, solomillo, entrecot, chuletillas de lechazo o un novedoso y casi unico pollo ‘picasuelos’ casero.
Como podeis comprobar la carta es extensa y yo había oido hablar de las elaboracioes de casquería, como las mollejas, las manos de cordero, la asadurilla y los callos.
Al final y tras una no larga meditación me decidí, enseguida me tomaron nota y en breve me sirvieron. En esta ocasión comí en la calle pues había demasiado jaleo en el bar y no tenía ganas de subir al comedor.
En breve me sirvieron de primer plato una docena de bocartes rebozados, muy buen punto de rebozado, bien doraditos por fuera y sabrosos en su interior, un auténtico vicio. La ración fue generosa y el bocarte de tamaño mediano tirando a grande, muy bueno.
Y de segundo un extraño de los restaurantes, por lo menos en Cantabria, las manitas de lechazo, un auténtico lujo culinario y de una laboriosa elaboración, tanto en la limpieza como en la hechura del guiso. Una carne gelatinosa que se descuelga del hueso que en muchas ocasiones esta prácticamente deshecho por la lenta y alargada cocción. Una maravilla de la gastronomía tradicional española. La salsa perfecta, exultante de sabor y diciendo a gritos: untame, que fue lo que hice, acabar el pan.
Un lugar que merece la pena de todas todas, tanto para un roto como para un descosido, para tomar un vermut, un aperitivo, comer cenar o merendar. Raciones generosas y precios ajustados, recomendable.
Av de Menéndez Pelayo 15 39108 Prezanes 942580102
Por El Mule