A más de 700 metros de altura, allí donde el aire es y se percibe puro, la contaminación tan sólo es algo de lo que los de la ciudad no dejan de hablar.
El pueblecito lebaniego de Tudes marca un determinado punto de inflexión. Y es que llegados a este paraje natural los apetitos se despiertan y en definitiva todo se saborea mejor. En este escenario inigualable una nueva idea acaba de prender en la realidad empresarial de la pequeña localidad del valle de Vega de Liébana. Inicia su andadura la novísima, y única en toda la cornisa cantábrica, planta de tratamiento de carne de caza. En efecto, «Verde Liébana, Carnes y embutidos de caza, El Lebaniego» se abre paso siendo la única planta de manipulación y posterior embuchado de carnes de caza de todo el Norte de la Península.
Desde País Vasco a Galicia alguien tenía que hacerse cargo del excedente de caza de magnífica calidad que los cazadores no emplean para su propio consumo, y eso mismo es lo que tuvieron muy claro Inmaculada Prado y su esposo Óscar Fabuel, propietaria la primera y gerente el segundo de esta empresa cárnica. En su pequeña fábrica, la que ellos mismos afirman «nunca producirá ingentes cantidades para poder garantizar siempre nuestra calidad», allí mismo, delante de sus ojos el rojo intenso del pimentón dulce, se entremezcla con las hebras de excelente carne magra, el beige del ajo picado y la blancura de la sal, emanando un aroma que ya anuncia el producto final instantes antes de ser embutido en las luengas tripas. Luego, una vez etiquetado se airearán en una estancia cuyas vistas del Naranjo de Bulnes, el Pico San Carlos y La Viorna es digna de los ventanales del mejor salón de estar. Es ésta una iniciativa en la que se encuentran inmersos y que sale al paso de una necesidad que en opinión de estos jóvenes empresarios era acuciante, máxime en una zona como la reserva de caza de Liébana, la mayor de Cantabria, donde la magnífica calidad de los bosques, pastos y manantiales sirven de fuente de alimento de especies autóctonas como el jabalí, corzo y demás, cuya apreciada carne es garantía de calidad en la gastronomia cántabra.
El viaje a Tudes
El entorno
Las instalaciones
Algunos de los elaborados de Prado de Trevilla
Algo sorprendente el cerdo celta en Cantabria
El cerdo celta está considerado una raza autóctona española de protección especial o en peligro de extinción. Se encuentra principalmente en el noroeste de España, en las comunidades de Galicia, Asturias y León y ahora en Cantabria, vuelven como antaño.
Esta es una raza que hasta los años cincuenta era el típico de los establos en Galicia y que fue desapareciendo poco a poco hasta nuestros días y hoy se encuentra en vías de extinción. Son animales muy largos, poco precoces (tardan mucho tiempo en crecer), con cabeza muy grande y con orejas muy largas que le llegan a tapar los ojos, muy altos y grandes andadores. La carne de estos animales es de gran calidad para la elaboración de embutidos y jamones y tienen gran cantidad de grasa.
El cerdo celta es un animal de sistema óseo y muscular muy desarrollado, sobre todo el tercio anterior, con cabeza fuerte, larga y carnosa; miembros alargados, dorso arqueado, grupa derribada, piel gruesa poblada de cerdas y cola larga. Son animales rústicos, ágiles, con buena aptitud para la marcha por su fuerte aparato locomotor que le permite recorrer grandes distancias en el pastoreo, como se hacía antiguamente con esta raza en Galicia.
Presencia en las mas prestigiosas ferias gastronomicas
Tollo Vega de Liébana 39575