Hemos comido…a los pies de Peñacastillo, frente a Pryca, que hoy en día se llama Carrefour, pero todos los que lo conocimos con ese nombre lo seguimos llamando igual.
Noviembre 2012. Situado en Peñacastillo y rehabilitado en julio de 2011, cocina tradicional y de mercado, con pescados, carnes de Cantabria, paellas, raciones, picoteo y platos de cuchara.
Estre sus especialidades podemos encontrara las setas rellenas de jamón con salsa de queso, chipirones encebollados, ensalada templada con setas, gambas y queso de cabra, callos caseros, pescados, chuletón servido en plato de barro con patatas y pimientos de isla al horno, pollo a la importancia (sólo por encargo) y nécoras a la sartén, entre otras.
Disponen de un menú diario de 10€ y de fin de semana de 16€. Y al diario fue al que yo me apunté pues tenía una buena pinta, un día de locos con actividad de idas y venidas, a eso de las 15:00 pasaba por delante en dirección a una urgencia, cuando me dije:» tendré que salir a mitad a comer algo y si como ahora lo hago de corrido, además es viernes ya así salgo directo para casa», y dicho y hecho.
La mayoría de la gente con la que hablo opina que el menú del día no es una valoración objetiva de un restaurante, yo no comparto al completo esta manera de pensar. Me explico, hay muchas más variables dentro de una carta a la hora de valorar un lugar, pero también te cabe el equivocarte al pedir, es decir, pedir algo de la carta que no esté en su mejor momento; sin embargo con el menú juegas con la oportuinidad de valorar no solamente la calidad de una cocina si no también la inventiva a la hora de utilizar un presupuesto. Tengo comprobado que últimamente este tipo de menús cerrados se imponen sobre la carta, sobre todo por que sabes de antemano lo que vas a a pagar y últimamente no está el bolsillo para tirar cohetes.
De primero paella de marisco. Efectivamente era una buenísima paella de marisco, con langostinos, nécora, almejas y calamar. La entré con un hambre de mil demonios y la verdad es que estaba un poco pasada, el buen sabor de la misma compensaba mi llegada a última hora y por consiguiente que el arroz llevara un buen rato hecho y se hubiera pasado. Me sorprendió encontrarme un gran pedazo de nécora y unas almejas de las «buenas», así que la paella era estupenda.
De segundo tomé lomo con patatas y pimiento. Lomo de muy buena calidad y muy bien frito, acompañado de unas patatas auténticas y un pimiento asado casero con un buenísimo sabor.
El sitio me llamó la atención, se notaba que era la segunda ronda de comidas, estaban cambiando todas las mesas y quedamos todavía tres mesas, por lo que se ve que tiene demanda de comidas, lo cual no me extraña pues por lo que pude ver en las mesas aledañas todo tenía muy buena pinta; también me llamó la atención una exposición de fotografía de José Luis Ruiz que tenían en el comedor.
En resumen, el lugar me gustó, me sirvieron bien répido y muy buena relacion calidad precio por 10€, postre no tomé por que no podía más.