Hemos Comido…en Muriedas, en el antiguo Ibéricos José, que ha cambiado de gerencia, de comida navideña con Alfonso Fraile.
Diciembre 2015. Poco ha cambiado el lugar, una mano de pintura pero manteniendo la estructura, sí que ha habido un cambio de orientación gastronómica, más enfocado a las carnes de calidad y una novedosa instalación de brasas anti-humos.
Las brasas se situan en un recipiente metálico incrustado en la mesa con una salida forzada en la parte inferior del recipiente donde se aloja el tiro, que hace que el humo y los olores entren por este conducto, no habiendo un ápice de olor ni de humo.
La carta se ha visto reducida en comparación con la anterior, dividida en picoteo, carnes, pescados y arroces.
Comenzamos eligiendo un vino, Jean Leon 3055, un tinto aromático, aterciopelado elaborado con uvas merlot y petit verdot cultivadas en el corazón del Penedès. Muy intenso en nariz con un paladar medio bien equilibrado con acentuadas notas de frutos rojos y especias. De paso graso y untuoso con un final largo.
Empezamos tomando un pulpo a la plancha con patata panadera. Buena elaboración y punto, y muy acertado el toque de sal negra.
Compartimos también una parrillada de verduras muy completa, pimiento de Padrón, tomate (me vuelve loco a la plancha caliente), pimiento, berenjena y cebolla.
Para terminar y probar este nuevo invento un entrecote. La verdad es que funciona a las mil maravillas, no sufres ningún humo u olor ni te lo llevas puesto, pues se va al exterior por la conducción inferior. La carne resultó de altísima calidad, tierna, de buen sabor, justo punto de maduración y bastante veteada.
De postre no tomamos nada pues ya íbamos servidos y había trabajo por la tarde. Si a una ingesta de vino le añades una copiosa comida no hay quien encarrile el trabajo.
En resumen, el sitio merece la pena, buena comida, buen servicio y un precio bien ajustado.
Av de Bilbao 41 39600 Muriedas