Octubre 2010. De vuelta de visitar las bodegas de Abadía Retuerta nos dirigimos a Traspinedo siguiendo las recomendaciones de varias personas a las que preguntamos donde podíamos comer bien y casualmente todos nos remitían al Mesón Molinero.
Este local esta especializado en los pinchos de lechazo churro al sarmiento y de verdad que lo hacen bien. Nos atendió Eduardo que tras un rato de charla en la barra nos pasó al comedor, disponen de una amplia carta de vinos de la que escogimos un Tamaral vendimia seleccionada 08. es un monovarietal de tempranillo, rico, con toques de fruta madura en nariz y boca, con 14º que no se le notan.
Para picotear mientras esperábamos los pinchos nos puso un choricillo al vino que estaba de muerte, al cabo de un ratito llegó el esperado lechazo, son unas brochetas de más de medio metro repletas de carne que Eduardo trasvasa a un plato de barro y se acompañan con una ensalada bien aliñada y un pan, lechuguino, según nos dijo, que hacia tiempo que un pan no me llamaba tanto la atención.
Para los pinchos se utiliza todo el lechazo, paletillas, costillas, cuartos traseros, etc, todo troceado en dados de unos 3 x 3 cm aprox. y según nos contó Eduardo el secreto aparte de la mano del que oficia las brasas es la calidad del lechazo, 100% churro garantizado.
Como postre nos decantamos por un queso curado de la zona elaborado con leche cruda de oveja churra y conservado en aceite, riquísimo y con el lechuguino ni te cuento.
La nota la perdí pero creo recordar que era bastante asequible. En resumen es un local sencillo, familiar con buen producto y mejor trato merece la pena la visita a Traspinedo.
Por Pacho
Mayor 2 47330 Traspinedo Valladolid 983682583