Hemos Comido…en Melly en Somo, nuevas jornadas primaverales, consecuente a su cocina de temporada y local.
Ante el anuncio de que en Melly había jornadas de la sarda, no dejé pasar ni un día sin acercarme a probar este regalo que nos hace la primavera en forma de pescado.
Sarda, caballa, verdel y otros tantos nombres con los que se conoce a este manjar de primavera. Un pescado de lo más saludable y ahora en temporada, la costera de la sarda.
Juan nos propone un menú completo de sarda donde se puede degustar de cinco maneras diferentes, las cinco elaboraciones entran en el menú y están a cuál mejor.
Comenzamos con unas huevas de sarda en vinagreta. Muy bien cocidas, nada secas, jugosas y acompañadas de la característica vinagreta: cebolla, pimiento rojo, verde y un poco de tomate, todo ello acompañado de un aceite de toma pan y moja.
Sarda en escabeche. El más tradicional de los escabeches: vinagre, laurel y pimienta negra deliciosa. Los escabeches cada día me gustan más.
La premiada marmita de sarda. Y premiada con razón, me convence más que la típica de bonito, es más sabrosa, el pescado es bastante más jugoso y el guiso está finísimo; eso sí, hay que hacer el guiso y comerlo enseguida.
Albóndigas. Ya otros años las he probado en este lugar y siempre que las tienen me apunto, creo que con eso queda todo dicho.
Para terminar una sarda al horno. Preparada como la he comido siempre en casa, sin nada más que un acompañamiento de patatas panaderas. Gran sabor y consistencia de la carne, sin ningún añadido, en su jugo, para un caballista como yo un manjar.
Este pescado estuvo durante muchos años condenado a convertirse en harina de pescado, carecía de valor gastronómica en general. En particular en casa de mi abuela era algo habitual en primavera, las albóndigas, el rollo, las huevas fritas, los lomos fritos y la sarda al horno. Así que la disfruto como nadie.
Es un sano y económico manjar, todo un regalo primaveral.