Hemos Comido…en múltiples ocasiones en este local carredano, Las Piscinas toda la familia de mi mujer procede de esta zona.
El local está bastante bien instalado; disponen de un amplio bar, terraza, un pequeño salón privado y aire acondicionado. La decoración es cálida, dominando en todo momento la rusticidad de la madera que recubre suelos y paredes en el comedor principal. La vajilla y la cristalería son de bastante calidad. Otro de los puntos fuertes de este restaurante es la bodega, que atesora cerca de 200 referencias con algunos de los mejores vinos del país.
Los platos más sobresalientes de ‘Las Piscinas’ han sido siempre las carnes, muy especialmente su chuletón de vaca vieja, también los guisos o platos de cuchara y su embutido ibérico, más en concreto su jamón, sus excelentes albóndigas de buey, no dejen de probarlas. Otro plato original y elaborado con un producto muy nuestro es el queso de La Jarradilla ligeramente fermentado y asado que se sirve como si una torta del Casar se tratase, abierto por arriba y bien fundido, los huevos con foie, alubiones, cocido montañés.
Pero desde luego, junto con las albóndigas, el plato rey de esta casa es el chuletón. Carne de vaca vieja, de verdad, animales criados en libertad, alimentados con pastos y engordados con piensos de maíz, naturales. Una joya hecha carne que desde luego no puede dejar indiferente a nadie. Carne sabrosa, de textura firme pero tierna, todo un lujo. El precio está bien tirando a económico y la cocina merece una puntuación sobresaliente. En las múltiples ocasiones que he comido en este lugar nunca he tenido la mas mínima queja de nada, la cocina es espectacular, platos que he tenido el gusto, nunca mejor dicho de degustar pueden ser, los huevos con foie, el chuletón «impresionante», lomos de bonito con escabeche que preparan son una delicia, el escabeche es totalmente diferente al estar elaborado con vinagre balsámico de Módena, las albóndigas de buey finísimas, ligadas con una sabrosa salsa algo que no te puedes perder, los riñones como mandan los cánones, crujientes por fuera y sangrantes por dentro, el lechón asado, y varios pescados, ah y se me olvidaba los alubiones con almejas. Los postres son de lo más recomendable y de lo mas casero. La bodega podría clasificarse como exclusiva y de lo más extensa. Y el trato perfecto.