Hemos Comido en La Finca de Rosequillo, en la La Concha de Villaescusa, un lugar con cierto encanto.
Febrero 2018. Las instalaciones se encuentran dentro de una finca delimitada por una gran tapia, dispone de un pequeño aparcamiento a la puerta y justo antes de entrar en el restaurante encuentras una terraza situada bajo unos grandes árboles que en verano tiene que ser una delicia.
Me sorprendió bastante la gran oferta de vinos por copas que se promocionaban a lo largo de la barra y también en el comedor, vinos poco habituales.
La carta resultó ser la típica de fin de semana, que digo yo, en la se imponen los tradicionales de siempre, rabas, croquetas, etc. También dispone de un menú del día y de una brasa, de la cual vi desfilar más de una elaboración con buena pinta. Era un día de invierno y hacía bastante frío por los alrededores, pero dentro del comedor el ambiente se caldeaba gracias a una hermosa chimenea.
El alma del lugar resultó ser un camarero andaluz que le da gracia a cualquier conversación en la que intervenga, el día que yo estuve había gente que le conocía y hubo unas cuantas risas gracias a su salero.
Comencé tomando unos chipirones a la plancha. Sin ningún añadido, plancha y chipirón, para qué más. Estaban bien buenos, no eran frescos pero estaban muy bien hechos.
De segundo entrecote. Una pieza de lomo bajo normal, más cercana a una ternera que a vaca, por lo que su sabor resultaba bastante poco marcado a vacuno, acompañado de unas buenas patatas fritas.
De postre una mousse de limón. Casera, bastante buena.
La atención resultó muy buena y se congregó bastante gente en el comedor, sobre todo a tomar carnes a la brasa y una parrillada que estuvieron elogiando dos comensales situados en la mesa de al lado. Lo que no tiene precio es el sevillano, le alegra el día al más pintao.
Barrio la Aldea 16 39690 La Concha 942556009