La Casona del Valle

Hemos Comido…en la Casona del Valle. Hacía dos años que les debíamos una visita pero no terminábamos de encontrar el momento, al final se dió la ocasión.

Esta vez nos acercamos con intención de saborear las Jornadas Todo JAPO que han estado vigentes del 23 de julio al 5 de agosto de 2012.

Un menú cerrado con una serie de raciones de cocina oriental, pero en algunos casos con toques de cocina española. En el menú no venia incluida la bodega, pero recomendaban tres tipos de vino y nosotros optamos por el cava Sumaroca Brut Reserva, color amarillo pajizo con mucho brillo con burbujas finas. Aromas con sensaciones frescas y florales. En boca sabroso, vuelve la sensación de frescor, buena acidez y con un final persistente. Al final no terminó de convencerme.

Comenzamos con un aperitivo, empanadilla japonesa de verduritas con pollo. Yo no soy muy amigo del pollo, pero esta empanada estaba realmente buena, junto a la empanadilla venía una tempura de langostino en huevo envuelto en panko. Este segundo no me llamó excesivamente la atención aunque también estaba bueno, a fin de cuentas era un huevo de codorniz con un langostino en tempura.

A continuación nos sirvieron una ración de sushi variado, Nigiri, Maki, Incanaki, Uromaki todos muy buenas, algo a lo que nos tiene acostumbrado Fernando.

Detrás del sushi nos sirvieron una tempura de verduras, calabacín, zanahoria etc., algo que cada día me apetece menos, cada vez me cansa más, pero estaba muy bien de sabor y tenía una presentación diferente a lo habitual. Con la tempura venía un rollito de arroz y calabacín que me sorprendió gratamente.

Y comenzamos con los platos con clara influencia de la cocina española, en esta caso cordobesa: tartar de salmón y pan de gamba, acompañado de aguacate, tomate y un salmorejo con un buen toque de ajo. Una delicia, me encantó, uno de mis platos favoritos en esta velada.

Por último mi preferido, tataki de pasto y vinagreta de pistacho. El tataki era una carne deliciosa con un punto perfecto y levemente hecha, asombroso, la vinagreta suavísima, no escondía para nada el buen sabor de la carne por otro lado cortada ni muy fina ni muy gorda, vamos todo un acierto en la composición de la ración.

De postre bizcocho esponjoso, helado de jengibre y soja dulce, también muy de mi agrado, sobre todo el bizcocho que me encantó.

En resumen,  Fernando Llamosas sigue sorprendiéndonos con nuevas creaciones o con nuevas influencias y si en sala tienes a Erika poco más se puede pedir. El precio como lo sabes de antemano sin sorpresas y dentro de lo razonable

Hemos Comido…la Casona del Valle atraídos por los fogones de Fernando Llamosas, entre otras razones para ampliar nuestra anterior experiencia.

Agosto 2010, día bastante caluroso. Reservamos por la mañana y nos acercamos a comer a eso de las dos y media. Nos esperaban con una mesa en el porche, al abrigo del sol y con una temperatura perfecta. No habíamos reservado en la terraza, pero nos habían preparado la mesa fuera, dada la demanda  en estas fechas, en caso de elegir dentro no había ningún problema.
Nos tomaron nota, se notaban cambios estacionales en la carta desde la última vez. Mientras esperábamos tomamos una cerveza, en un breve espacio de tiempo comenzaron a servirnos.
Como aperitivo de bienvenida nos sirvieron un aceite mezcla de cuatro tipos de aceitunas, picual, arbequina, hojiblanca y de la última no me acuerdo, sal maldon y maldon ahumada, acompañado de un pan caliente. El aceite de gran sabor.
Siguiendo con los aperitivos, gazpacho de pepino con ajo y tartar de bacalao. El gazpacho impresionante, con un marcado sabor a ajo y pepino, muy buena elección para comenzar. El bacalao exquisito, acompañado de un ali-oli muy suave y ralladura naranja. Un delicado bocadito.
Y comenzamos con los entrantes. Compartimos dos, un bonito (en temporada) marinado con vinagreta de encurtidos y tomate, cortado en láminas gorditas (como a mí me gusta), el punto del marinado muy sutil. Sabroso en todos los aspectos y acompañado de unas alcaparras, que no suelen ser santo de mi devoción, pero que en esta ocasión acompañaban como nadie, sin ellas el plato hubiera sido otra cosa. Plato de temporada más que recomendable, espectacular.
Como segundo entrante tomamos una ensalada de pulpo acompañada de vegetales chips. El pulpo con una tímida nota de pimentón, perfecto de punto y sabroso, los vegetales chips en su punto de fritura, para ir comiéndolos de comienzo del plato con las manos como si de patatas fritas se trataran. Acompañaban al plato unas láminas de patata cocida y una lechuga cortada en trozos practicamente iguales. Otro acierto.

Y comenzamos con los platos principales. Mi acompañante decidió seguir con el bonito y pidió tartar de bonito con guacamole y granizado de tomate, plato de temporada y perfecto para el verano. Fresco, el bonito marinado sutilmente y acompañado de un sorbete de tomate con una textura y un sabor magnifico, otro acierto de nuestro chef.

Yo tomé taco de carne. La pedí un poco más del punto y se pasaron un poco, tampoco una barbaridad. Acompañada de unos ajos confitados en vez de las típicas patatas, con mi devoción por el «Allium sativum» me resulto como acompañamiento inusual a la vez que suave y sabroso, la carne muy buena de calidad, con un corte adecuado y muy bien de maceración.

Solo yo tomé postre, deconstrucción de tiramisú, bien.
Como en otras ocasiones el servicio y las instalaciónes rozando la perfeccion. La comida desde el porche resulto ideal dada la temperatura, un lugar recomendable, el precio inmejorable, volveremos en breve.

Gazpacho de pepino con ajo y tartar de bacalao	Bonito marinado con vinagreta de encurtidos
Ensalada de pulpo acompañada de vegetales chips	Tartar de bonito con guacamole y granizado de tomate

Taco de carne

Deconstrucción de tiramisú

Hemos Comido…en La Casona del Valle un establecimiento que deslumbra tanto por su espectacular puesta en escena como por su propuesta gastronómica. Fernando Llamosas, responsable y jefe de cocina conocido por su triunfo en el año 2005 en el campeonato regional de cocineros.

La carta, muy compensada, cambia cada temporada, aunque siempre se mantienen algunas especialidades de la casa como la terrina de foie, el lechazo presentado de diferentes formas, el cochinillo, el carpaccio de buey con virutas de foie, el timbal de verduras salteadas, el huevo poché, el bacalao con queso, secreto ibérico y del pescado de temporada como `pueden ser la merluza, el rape o el mero, unos buenos calamares o cachón.
La presencia de productos de la región es mayoritaria. En postres sopita de frutas con helado de frambuesa o un sorbete de limón con espuma de coco, tiramisú, chocolates con piña, la torrija o los quesos de Cantabria. Cabe señalar la interesante carta de vinos. El menú degustación es de una excelente calidad y un ajustado precio.

Recomiendo las verduras, que las dejan al dente y muy sabrosas, el huevo con foie a la parrilla, la ensalada de bacalao con pisto y pil-pil, los bacalaos tanto con manitas como con setas o el clásico pil-pil, las carrilleras, carnes súper melosas con mucho sabor, terrina de foie, ensalada de vieiras y navajas con queso de cabra, cochinillo asado con espuma de patata y chutney de mango.

En la última ocasión comida de empresa tres personas, habituales del trasiego del buen comer nos propusieron el buscar algún lugar distinto donde probar algo nuevo y ya venían con la referencia de este lugar. Total que ya decidido nos encaminamos a Villapresente. El lugar es de esas casonas que enamoran a primera vista, un agradable porche enmarca la fachada que combina la mampostería, la piedra y el ladrillo. La gran arcada de piedra labrada que da acceso al comedor es un ejemplo de la cuidada reconstrucción de esta casona del siglo XVIII en cuya decoración se han combinado piezas de anticuario y elementos modernistas.

Comenzamos compartiendo tres raciones bacalao, ensalada con pisto y pil-pil, bacalao con manitas y bacalao con setas, los acompañantes eran del vecino Bilbao y no pudieron disimular su aceptación de la delicia que suponían los tres platos, en un principio no daban su brazo a torcer, pero finalmente reconocieron que no habían probado nada igual, siempre con algún pero lo que viene a significar que gracias a Fernando Llamosa les ganamos por goleada en un tema tan bilbaíno como es el bacalao.  Yo no sabría decir cuál de los tres me gusto más quizás el bacalao con manitas, pleno de sabor y untoso.

De segundo yo tome Lechazo Asado Deshuesado con Melón, una exquisitez, se nota el dominio de lo grados en la cocción de los alimentos, estando este último desgrasado pero pleno de sabor. Otro de los comensales tomo Foie a la Parrilla sobre Compota de Manzana e Higos según el perfecto. Y el otro cochinillo asado con espuma de patata y chutney de mango, también muy de su agrado. Al final la comida todo un éxito. El precio se me hizo incluso bajo, en servicio impecable, las instalaciones perfectas. Deseando volver, a probar más cosas de la carta. Cabe reseñar una interesante carta de vinos, yo no lo hice mucho caso pues me tocaba conducir pero los otros dos se bebieron una botella de Tobia Crianza creo.

Villapresente, S/N 39539 Reocin