Isla Hostería San Emeterio

Hemos Comido…en la Hostería San Emeterio, esta es una de esas ocasiones donde el menú se centra en una hortaliza, un lugar donde te das cuenta de las maravillas gastronómicas que tenemos en Cantabria.

La comida sirvió para presentar las II Jornadas Gastronómicas de la Huerta y el Pimiento de Isla, presentación a la que asistimos y donde pudimos comprobar de primera mano las características tan notables del pimiento de esta localidad de Arnuero.

En el acto de presentación, que acogió la Hostería, estuvieron presentes el alcalde de Arnuero, José Manuel Igual, y los consejeros de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Blanca Martínez, y Medio Ambiente, Urbanismo y Ordenación del Territorio, Francisco Javier Fernández; la concejala de Turismo, Eva Pérez; el director general de Turismo del Gobierno de Cantabria, Santiago Recio, y la presidenta del Centro de Iniciativas Turísticas de Isla, Bernardina Carral, así como hosteleros de esta localidad.

Organizado por el Ayuntamiento de Arnuero, en colaboración con la Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Local y el Centro de Iniciativas Turísticas de Isla, con esta iniciativa se pretende unir el sector primaria y el terciario con el fin de dinamizar económicamente el municipio, promocionar los productos y generar empleo. “Estoy muy satisfecho por la participación de los hosteleros y espero que el año que viene vaya a más”, comentó el alcalde.

Isla es una localidad de gran tradición de agricultores, que producen los apreciados pimientos rojos, el verde, cebollas, cebolletas puerros, caricos, tomates, lechugas. Todo esto se suele vender por los alrededore y si hay sobreproducción lo envian a Santander, donde tiene una buenísima acogida debido a su calidad.

La fama del pimiento de Isla le viene de sus especiales características su grosor, su sabor, su textura, su tamaño, de medio kilo para arriba. Es un pimiento dulce y sabroso, que acompaña muy bien las carnes y los pescados.

Tras las presentaciones comenzamos con lo que fue un lujo de menú debido a la calidad de los productos y su elaboración, donde queda patente la calidad del pimiento de Isla, que pocos acompañamientos necesita pero que en conjunto también resulta un excelente anfitrión. Como es el caso de el pimiento asado (según mi criterio la mejor manera de apreciarlo), con una ventresca de bonito y una cebolla confitada. Todo de verdad, comenzando por la cebolla, hecha en una sartén y sin añadidos. Resultó un lujo para el paladar este trío.

Seguimos con otro de los grandes clásicos, la morcilla frita con pimientos. Otro derroche de sabor, el pimiento excelente y la morcilla de las mejores que he probado, poco cargada de especias sin trozos de grasa y con el característico sabor de este embutido, bien frita por fuera y sabrosa por el interior. Una de las comidas que yo llamo básicas pero que tanto me gustan, marcadas por la calidad y una ejecucion perfecta de los puntos. En mi cas en casa solíamos tomarla acompañada de una fritada de tomate, solo la tomábamos así cuando no había tomate. De cualquiera de las dos maneras está de vicio.

Como segundo plato bacalao a la brasa con piminetos o chuletón. Yo tomé chuletón, la carne estaba perfecta en todos los aspectos, era de Cantabria, justo punto de maduración, blanda, muy veteada y en el punto que le gustara al comensal, pues venía acompañada de una piedra caliente. Con pimientos rojos asados y unas patatas fritas con pimientos verdes. Un segundo plato espectacular.

Quienes escogieron el bacalao alabaron también la elaboración, pero no puedo opinar ya que no tuve el gusto, estaba demasiado emocionado con la carne, en ese estado en el que te pregunten lo que te pregunten respondes: sí, sí, sí. Vamos, en la gloria.

De postre tomamos una espcie de quesada individual con un buen sabor. Quizás demasiado suave para mi concepto de quesada, pero buena de todos modos. De precio no sé deciros, acercaros y lo comprobareis.