El III Concurso de Pinchos San Andrés en Castro Urdiales comenzó el pasado día 28, un certamen organizado por la Cadena SER que se desarrollará hasta el próximo día 8 de diciembre.
La festividad de San Andrés en Castro Urdiales es, junto al Coso Blanco, una de las fiestas más populares de la ciudad.
En Castro, tanto la fecha como el propio santo tienen una importancia especial. Los marineros lo eligieron como patrón en base a dos aspectos. De un lado, que sobre el 30 de noviembre comenzaba la campaña del besugo de cuya captura dependía la economía de los castreños, y por otro que la primera ermita que se construyó en la ciudad, entre los siglos X y XI, se llamaba precisamente San Andrés, estaba situada en Urdiales y allí acudían los pescadores a pedir al santo una buena captura de besugo.
Se solía decir y se dice «por San Andrés, besuguillos tres». El menú obligado de estos días son caracoles y besugo a la preve.
Se celebran las tradicionales regatas de bateles, verbenas y concursos que evocan la vida marinera se celebran durante los días que se festeja al santo.
Esta edición me toca formar parte del jurado. Nos desplazamos a Castro Urdiales Silvia Cocinitas y yo a tomar estos pinchos que prometían alegrarnos la mañana del sábado. Llegamos a eso de las once y media, lo primero que nos sorperndió es que la mayoría de los estableciemientos ya estaban abiertos y que ya había clientela haciendo la ronda matutina.
En este artículo me gustaría dejar constancia de la oferta tan grande y variada de pinchos que hay en Castro Urdiales, por lo que voy a dejar una tira de fotos por cada local que visitamos para que os hagais una idea de lo que se puede comer en Castro a base de pinchos y tapas.
Marisquería Alfredo – «Día de Alfredeo»
Seguimos la lista de participantes y el primero fue la marisquería Alfredo. Un pincho en apariencia muy básico, pero cuando lo probamos la realidad fue otra. El bocarte estaba hecho perféctamente y maridaba a la pefección con un pimiento casero algo picantillo (lo justo) y algo de cebolleta, sobre una tosta de pan con un poco de queso de untar. Aunque os pueda parecer básico el pincho estaba buenísimo y más estando frio como estaba. Un pincho que cumple con la mayoría de mis parámetros, se ajusta a precio de elaboración, es de un bocado, productos locales, tiene buena apariencia, etc.
Bar Los Chelines – «Tosta Los Chelines»
A pocos metros del anterior entramos en Los Chelines donde nos esperaba otra sorpresa, una tosta crujiente cubierta por un bacalao con tomate y fritada de pimiento y cebolla. Con un punto perfecto y un sabor buenísimo, un leve toque dulce de la cebolla y el sabor de un pimiento artesano imprimiendo caracter al conjunto. Empezamos a comentar que por ahora estábamos algo desconcertados por lo básico de los pinchos, pero por sus excelentes y acertadas elaboraciones, que nos hacen dificil tomar partido entre las dos primeras opciones.
Mesón El Segoviano – «Coca de sobao con pudin de perdiz»
Ya en los soportales tan típicos de la parte circundante al ayuntamiento entramos a seguir la ronda a uno de los más clásicos restaurantes de Castro Urdiales, el Segoviano. Un restaurante del que tengo muy gratos recuerdos y del que me gustaría destacar sus jornadas anuales de caza. Como en la mayoría de los restaurantes del lugar la oferta de tapas y pinchos ocupa un lugar destacado dentro de la oferta general del local. El pincho del concurso nos revela un acertado maridaje en el que tiene protagonismo un pastel con un marcado sabor a perdiz y un leve sabor a pera, muy bueno y seguimos sin un claro candidato a primer premio.
La Marinera – «Lomitos de rape a la holandesa»
Cambiamos de calle y a través de la Rua acedemos a La Marinera, un joven local con una joven dirección que pone por delante de todos los deberes, el buen trato y la simpatía hacia el cliente, por lo que gozan de un merecido diploma que así lo acredita (Premio IV Ruta del Pincho 2012 a la distinción en simpatía y buen atención), algo de lo que ya nos habíamos percatado en la mayoría de los establecimientos por los que habíamos pasado y que se ratificaría a lo largo de todos los que nos quedaban, dejando un excelente recuerdo de buen hacer y amabilidad del conjunto hostelero castreño. Y seguimos sin tener algún pincho que quede por debajo de la media. En este más de lo mismo, un lomito de rape con salsa holandesa, terminado en barra con un soplete. La salsa holandesa en una salsa complicada de elaborar, emulsionada a base de yemas y mantequilla. El pincho resultó ser muy homogeneo en cuanto a sabores, sabores suaves donde predomina el rape, muy en su punto.
La Bodeguita – «Flores»
En el siguiente local reconoció nuestro cante puertochiqueño un compatriota de barrio, nacido en Puertochico y ahora residente en Castro, La Bodeguita Esmeralda es un espacio gastronómico caracterizado por su trato hacia el cliente, como en la mayoría de los establecimientos castreños, y por una gran oferta de pinchos especializados. Aquí tomamos unas Flores de Pasta Filo, que continen una morcilla de muy buen sabor, suave sin mucho especiado, acompañada de pimiento y un puré. Otro pincho que nos deja con la boca abierta y que sigue complicándonos establecer un ganador del certamen pues el nivel es muy alto y muy similar.
Bar La Dehesa – «Chupachups de queso La Dehesa»
En La Dehesa nos topamos con lo que en apariencia parecia una elaboración más simple, una cobertura de caramelo para un queso en el interior, ¿Quién dijo fácil?. Buen sabor, un poco dificil de comer, pero sabroso.
Gastrobar Amarras – «Textura de calamar Amarras»
En Amarras nos encontramos con el pincho que más me llamó la atención. Las texturas de calamar nos invitan a paladear una croqueta de calamares crujiente por fuera y sabrosa por dentro, de contundente sabor, con una cuidada presentación y un tranpantojo de unos callos donde no se ha dejado ningún detalle al azar, te esperas unos callos y recibes algo que no lo es. Probarlo y me decís algo, merece la pena.
Deluxe Castro Urdiales – «Volcán de Cotolino»
Por último nos desplazamos hasta Cotolino donde también nos encontramos con una barra repleta de pinchos y una desbordante simpatía. Un pincho que es una hamburguesa con la salsa en una pipeta, que según nos comentaban les había costado sus esfuerzos dar con la fluidez óptima de la salsa para rellenarlas lo mas cómodamente posible.
En fin, la decisión se hace harto dificil, pues existe un gran equilibrio entre todos los pinchos. Yo aún no tengo nada claro y por lo que me comenta el otro miembro del jurado tampoco lo tiene facil. Tendermos que puntuar numéricamente las características de los pinchos y esperar que no empaten.
Si hay algo que me ha llamado la atención en general de la hostelería castreña ha sido el grado de profesionalidad mostrado, la simpatia, el buen hacer y la ilusión que todos han puesto a la hora de presentarse a este concurso.
El historiador Ramón Ojeda, en su libro «El puerto de Castro Urdiales. Recursos técnicos, transporte y comercio (1163-1850)» situa el origen de esta Fiesta de San Andres en la Edad Media, a partir de la creación de la Cofradía de San Andrés:
«Cuando se creó en Castro la Cofradía bajo la advocación de San Andrés, y con ella de nuevo toda una transmisión iconográfica y cultural que calará en lo más hondo del sentimiento castreño».
«San Andrés, con su cruz, hermano mayor de San Pedro y también pescador en Galilea, en el culto cristiano ha sido considerado como el primer seguidor de Jesucristo. Y parece bastante evidente que en nuestro caso, lo mismo que había ocurrido con los anteriores de Santa María de la Asunción, Santa Ana y San Guillén, aquella veneración, trasladada hasta los emblemas del cabildo de mareantes y pescadores, también llegó a través de la mar»