Hemos Comido en el ya clásico Hostal Arenillas, un lugar en el que solía parar a comer en muchas ocasiones y antes de la autovía prácticamente siempre a la vuelta de Bilbao.
Lo que la inmensa mayoría de la gente pide es el menú del día con una ingente cantidad de primeros y otro tanto de segundos. Hay una serie de cosas que suelo pedir: paella, judías, verduras, marmita, ensaladilla. En todos los casos sucede lo mismo, buen sabor pero pasado o recocido, excepto por supuesto la ensaladilla y un denominador común, raciones enormes.
Si eres más de uno y coinciden en algún plato la costumbre es que te sirvan las dos raciones en una fuente. La variedad está garantizada, por lo que es muy difícil que alguien no encuentre algo a su gusto entre las opciones disponibles.
De segundos cabe destacar pescado a la plancha, cordero, bacalao, albóndigas, bonito y como las racciones de entrada, un larguísimo etcétera. Las raciones están en la línea de los primeros platos. En los postres hay tanta variedad o más que en los platos, contando con postres caseros.
El Hostal Arenillas me parece un buen sitio para ir con la familia o amigos sin ningún tipo de ambición gastronomica. El acceso es fácil, hay muchas mesas, mucha variedad de platos y las raciones son generosas, y aunque en algunos platos la calidad flojea un poco, la relación calidad/precio es aceptable.