Hemos Comido…en El Segoviano, desde que lo dejaron sus anteriores ocupantes, ha vuelto a su nombre original bajo la batuta en cocina de Luis Miguel Sánchez Solanas.
Julio 2016. Ha habido un cambio de decoración y una remodelación de la barra donde ahora puedes disfrutar de un picoteo. Hacen una fuerte apuesta por la barra y por el picoteo en la misma.
Los comedores siguen con la misma disposición, uno abajo y otro en el piso superior, nosotros comimos en el piso superior. Venía invitado y con un menú ya concertado, mi anfitirón quería darme una sorpresa y aunque sea adelantarme al final del artículo he de decir que sí que me la dio.
A la vista de la carta esta resultó no muy extensa pero diferente, centrada en raciones y en cocina tradicional rescatando alguna que otra receta, una carta enfocada a compartir todo y con un precio muy ajustado.
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También he de decir que la carta no es la clónica típica donde da igual el lugar al que vayas.
Comenzamos tomando un escabeche suave de bonito. Pescado marcado únicamente y escabechado en el momento, sabroso, suave de escabechado y delicioso. Comienzo de cine, muy alto el listón.
Seguidamente una menestra de verduras a la palentina. Una receta que nos recupera Luis Miguel a instancias de Elvira y que yo recuerdo de mi abuela también de origen palentino. La diferencia es que las verduras al dente se rebozan una a una y se las añade una cocción en una ligera salsa verde. Alguna de las verduras no se reboza evidentemente: guisantes, judías zanahoria y pimiento, pero el resto sí: espárragos, alcachofa, repollo, brócoli, incluso una bola de espinacas. Delicioso.
Continuamos con un arroz con rabo y queso Divirín. Un arroz cargado de sabor, con un toque de mermelada de pimiento que lo único que conseguía era ensombrecer el plato, pero con facil solución al encontrarse arriba del todo.
Para terminar la palabra mágica: callos. Unos callos de diez con su característica textura, su gelatinosidad y ese sabor tan característico, blanditos y exhultantes, geniales.
No tomé postre por que no podía más, dejé algo de callos que para mí es pecado mortal sin posibilidad de remisión de condena, pero la comida no fue precisamente frugal.
Salí encantado, todo me agradó y redescubrí sabores, muy recomendable y por lo que pude ver los precios de la carta muy buen RCP. Por cierto, caras conocidas, Elvira como dueña y cumpliendo en sala como siempre a las mis maravillas.
Menéndez Pelayo 49 39006 Santander 942136214
Por El Mule