Hemos Comido…en Astillero de vuelta en pocos días, y de nuevo un gran descubrimiento y encima familia de unos antiguos conocidos nuestros, los padres del propietario del restaurante El Teatro.
Diciembre 2011. En la anterior visita al municipio veníamos a comer a este bar-restaurante, pero dio la casualidad que lo decidimos justo el día de la semana que cierra y nos desplazamos a La Boya 14 así que teníamos pendiente la visita. El sitio estaba recomendado por Agustín y el Killo, dos depredadores de tomo y lomo, sobre todo después de sus jornadas de padel en las que se acercan al lugar a tomar una de sus afamadas hamburguesas.
La fachada del local desmerece el contenido gastronómico del mismo, en el que la plancha ocupa un lugar central, tanto por disposición como gastronómicamente hablando. El local es enorme y la dueña nos comentaba que la noche anterior habían servido una mesa de cuarenta comensales.
Enseguida nos sentaron y nos recomendaron como primeros platos el cocido montañés o la sopa de pescado. Los dos elegimos sopa, hacía mucho que no tomaba una sopa de pescado y mucho más que no tomaba una tan buena; muy parecida a la que hacían mi madre y mi abuela. Una sopa con una textura perfecta, bien cargada de rape, almejas, langostinos y algun que otro mejillón. Una exquisitez y encima te dejan la sopera para disfrutarla en la cantidad que desees.
Los segundos los compartimos ambos, maganos a la plancha con ali oli. Los maganos claramente congelados, pero no exentos de muy buen sabor y de una maestría inigualable en la plancha a la hora de hacerlos, acompañados de unos tomates cherry y un ali oli distinto al que yo estoy acostumbrado. Un plato altamente recomendable, tanto por el precio: 8€, como por la cantidad y por la maestría con la que están cocinados los chipirones y el ali oli.
Y por último también compartimos una asadurilla muy buena en la que imperaba el hígado y con buenísimo sabor, muy limpia y de un tamaño también generoso.
A la hora del postre preguntamos ¿que teneis casero?, y tenían dos: tarta de galleta y chocolate y tarta de queso. Las dos a cual mejores y de lo más tradicional de la cocina casera cántabra.
En resumen, la carta del lugar es muy extensa y en ella hay todo tipo de guisos y elaborados en la plancha. No hay que dejarse fiar por el aspecto del lugar, siempre y cuando no pienses que vas a comer a un estrellado, es un bar-restaurante de mantel de papel, pero muy limpio y muy bien atendido, tenemos que repetir para ahondar más en la carta.
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18 de Julio 13 Bajo Astillero 942558996