Hemos Comido…en La Yerbita tras un largo período de tiempo sin pasar por sus instalaciones, todo sigue igual de bien que en ocasiones anteriores.

En esta ocasión me acerqué solo y tenía intención de comer a la carta, pero tenían un menú del día tan bueno que no pude resistirme, su precio 15€. El menú incluía cinco primeros y cinco segundos donde elegir, más vino y postre. Para ser un menú del día es un tanto carillo pero hay que ver lo que incluye. 

Restaurante La Yerbita Sobarzo Restaurante La Yerbita Sobarzo
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Yo me decidí por una pasta hecha con tinta de cachón y calamares, una buena ración de espaguetti con una salsa muy parecida al pesto, con aceite y ajo y cantidad de maganos, con queso espolovoreado por encima, una delicia de plato con aspecto distinto a cualquier pasta conocida y el sabor increiblemente bueno, la ración muy generosa.

Te sirven cinco tipos diferentes de pan en un canasto, algo inaudito en un menú de este estilo, por cierto los panes increíblemente buenos.

De segundo carne guisada. La carne exquisita, hacía mucho que no me topaba con un guiso lento de estas características, con salsa de cebolla, acompañado de pimientos, del piquillo y rojos y de unas buenas patatas fritas, otro guiso recomendable.

La comida acompañada de un Vega Real (Ribera del Duero) roble 2009. Es un vino color rojo picota , con ribetes cereza y tonos púrpura. Nariz franca, con muy buena intensidad. Frutos rojos, tostados, especias, aportados por la mezcla de maderas y tostados en su paso por barrica. Entrada limpia. Sensación sabrosa. Llena la boca de las sensaciones anticipadas en nariz, enriquecidas por su untuosidad y plenitud. Retrogusto largo y persistente. 

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De postre tomé tiramisú, había más de cinco postres donde elegir, a cual más atrayente, este último por cierto buenísimo. Con el postre invitaron a un Etim 2007 Verema Tardana, un vino semidulce cereza oscuro de capa media-alta, frutal, de cuerpo medio, bien de acidez, paso dulce que no empalaga, final no muy largo para ser una vendimia tardía, algo totalmente diferente, me gustó muchísimo.

En fin, el lugar sigue como lo recordaba, incluso hasta mejor, merece la pena volver siempre que sea posible. Por cierto, la bodega sigue siendo impresionante.

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