Hemos Comido…como es tradición en nuestros viajes a Galicia en Tira do Cordel,  en el fin del mundo, fin del camino de Santiago.

Es más, estábamos esperando en este restaurante cuando se acercó un peregrino al que obsequiaron con un trozo de empanada y una taza de Ribeiro. Para mí es la meca de la cocina tradicional gallega, basada en producto vivo y fuego. Algo que no se tiene en cuenta en muchas guías pero para mí es muy atrayente.

Llegamos demasiado pronto y nos dio tiempo a dar un buen paseo por la playa y tomar un Godello en la barra, después de haber subido al faro a contemplar la belleza del lugar, otro de los atrayentes de la villa.

Antes de comenzar la comida estuve hablando con el, a primera vista, encargado, que nos dio permiso para fotografiar las cocinas y nos explicó cómo se hacia el lubrigante, pues yo creía que se hacía a la brasa y no es así, se hace al horno, de cualquiera de las maneras para mí es el mejor que he comido y llevo viniendo a este lugar hace más de doce años, y casi siempre repitiendo el menú.

Antaño parece ser que lo hacían en una paellera o paella, ahora han optado por un horno de convección, que se según me explicaron tiene su intríngulis si no quieres que se quede seco.

Pedimos de primero unas almejas a la plancha, oyocántaro como no podía ser de otra manera, perdón, lubrigante, y besugo también para mi plato tradicional del lugar.

Entre plato y plato oí a una mesa cercana pedir vieira a la brasa y no me pude resistir, como suelo comer rápido me dio tiempo a acabar el lubrigante y tomar una de estas de paso hacia el besugo.

Comenzamos con unas almejas babosas de la zona, fresquísimas, a la plancha con una aceite insuperable, la almeja la verdad es que no es comparable a la cántabra pues tiene un toque dulce que a mí en concreto no me vuelve loco, pero estaban buenísimas, con el calor justo para que abran y sin ningún aditivo, ración buena y tamaño grande, una buena opción de primero para ir abriendo boca, seguimos con el lubrigante, perfecto de punto, perfecto de corales y con un sabor impresionante.

Pasé a la vieira, la vieira pura y dura con un poco de cebolla, delicioso, yo por mí le hubiera quitado la cebolla pues tiene sabor de sobra, pero le acompañaba perféctamente.

Y por último besugo, al que pude asistir a su bautizo en la brasa, no lo he probado igual en ningún lugar y no me refiero solamente al besugo, pues en otras ocasiones hemos comido otros pescados y el punto de la brasa es inigualable, lubina, cabracho etc. Un fin de comida excepcional.

Lo que me sorprendió fue una tarta de queso que pedí para finalizar la comida, exquisita, la sorpresa de la comida, todo ello acompañado de un Albariño Santiago Ruiz que acompañaba al pescado a la perfección y consejo del maestro de ceremonia.

En resumen el lugar merece, tiene unas muy dignas instalaciones, un producto fresquísimo, la amabilidad del personal «tónica general en tierras gallegas y de lo que deberían aprender muchos»  excepcional, unas raciones generosas y el precio dentro de lo esperado. Seguiremos volviendo.

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Hemos comido…en este restaurante situado a la orilla de la mar en el pueblo de Fisterra (Finisterre, el fin del mundo), es un lugar agradable y con una brasa como no hay otra igual, todo (o la mayoría) de lo que comes sale de la mar pocos instantes antes de cocinarlo y el resultado es una maravilla para el paladar, cualquier pescado que comas tiene un sabor especial de la manera que lo preparan, a mí me encanta el oyocántaro a la brasa, no pidas oyocántaro que es Galicia (pide lubrigante), las almejas finas, las navajas y el besugo o la lubina.

Es un sitio para pedir marisco y pescado, no pidas filetes como ya he visto a más de uno que se lo habían recomendado, no es un sitio barato para comer pues lo que comes no es barato (bacalao gordo que no pese yo todavía no conozco) y aún mantiene un cierto aire de chiringuito, en su época lo fue.

El menú tradicional nuestro suele ser para tres, mi mujer, mi hija y yo: un kilo de percebes para abrir boca, unas najavas que las hacen impresionantes y la ración es bien maja, una ración de almejas que las ponen abiertas sin más, un oyocántaro de mínimo un kilo por barba, y de plato final besugo que nos encanta, en ciertas ocasiones que no lo hay pedimos lubina, que en concreto a mi hija le gusta más que el besugo, este último plato es de los pocos que se acuerda de un año para otro y cuando venimos para Galicia, se pasa todo el camino preguntando cuando vamos a Tira do Cordel.

Menús de la Casa

MENÚ DO CAMIÑO:
· Navajas a la plancha
. Almejas a la marinera
· Pescado a la brasa
· Café, pan y postre

MENÚ TIRA DO CORDEL:
· Navajas a la plancha
. Almejas a la marinera
· Lubina a la brasa
· Café, pan y postre

MENÚ DEGUSTACIÓN:
· Percebes
· Navajas a la plancha
. Almejas a la marinera
· Lubina a la brasa
· Carne de ternera a la plancha
· Café, pan y postre

 En resumen, de vicio

 

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