Ciclo viene a ocupar el lugar donde anteriormente se ubicaba Casa Nacho González, un sitio emblemático y durante muchos años de los más famosos de la zona.
El lugar no ha cambiado en cuanto a disposición, sigue teneinedo el mismo comedor en la primera planta y una muy bien dotada terraza.
La cocina está a la vista y puedes disfrutar de la elaboración de las raciones.
Estaba claro que me encontraba en el sitio ideal, de primero cocido montañés. Suave, de sabor limpio, con la carga justa de berza, con la particularidad que el compango pasa por la brasa, lo que le confiere un sabor diferente al habitual, un ligero toque a humo. Muy buen cocido, dispones de un puchero con el que puede repetir del guiso.
De segundo no podía se otra que una carne de la zona, entraña de tudanca. Una de mis piezas preferidas para la brasa por su fuerte sabor y su jugosidad, por cierto, era uno de los fuera de carta.
Las dos raciones resultaron generosas, así que no llegué al postre y tuve que dejar algo de carne.
Buena atención, una carta con opciones mayoritariamente locales y buen RCP. A la vista de la comida resulta un lugar recomendable.