Los refugios gastronómicos de calidad los suelo descubrir en mi peregrinaje a la hora de buscar un local donde sirvan espumoso por copas, bien sea champagne bien sea cava, con una condición para el segundo, considero que no hay cavas bebibles elaborados fuera de Cataluña por mucha D.O. que tengan. Siempre lo resumo con la frase: "No hay vida fuera de Cataluña", siempre refiriéndome al cava, por supuesto.
Los cavas no tiene qué ser de alto copete, hay muchos básicos que cumplen con creces. Aquí el espumoso era un champagne, Mum, un clásico de la Formula 1.
Tuvieron la deferencia de sentranos en una mesa reservada al comedor, ya que estaba casi completo el aforo. Disfrutando del champagne acompañándolo de unos berberechos, ya que el otro comensal es poco aficionadao a pescados y no le entraban por el ojo unos boquerones que tenían una pinta espectacular.
Enseguida nos sirvieron los berberechos, estaban cocidos a la perfeccción y se terminaron en un pis pas.
Me llamó la atención que la mayoría de los clientes estaban pidiendo arroz y en un despiste del camarero le pude echar un hojo a un arroz caldoso de carabineros que estaba sirviendo en una mesa cercana y ciertamente que me quedé con la copla, está claro que volveré para probar en arroz.
En fin, un lugar recomendable en pescados, mariscos y arroces. No es la primera vez que estoy, en otra ocasión tomamos unas gambas perfectas de calidad y de punto, Tengo que volver a por el arroz.