Hemos Comido…en este restaurante situado en La Maruca, del que éramos habituales un grupo de amigos de la adolescencia, solíamos acercarnos a las Olas a comer unas sardinas y unos maganos a la plancha, pues las raciones eran abundantes y baratas.

Un amigo tenía casa en la Maruca «El Chicharro», buque insignia de la flota del batel cántabro en el club de remo la Maruca, el batel es una disciplina de remo similar a la trainera pero de menor tamaño. Las diferencias esenciales del remo de banco fijo en el Cantábrico, frente a las demás especialidades en España se refieren a la distribución de los remeros, el diseño de las embarcaciones, las maniobras que se realizan en las competiciones y el tipo de apoyo que utiliza el remo, sujeto en la banda de la embarcación, que es lo que se llama toletera. La competición de banco fijo se practica en sus distintas categorías en tres diferentes tipos de embarcaciones o especialidades.

Batel: su tripulación está compuesta por cuatro remeros y un patrón; Trainerilla: se embarcan seis remeros y un patrón; Trainera: componen su tripulación trece remeros y un patrón.

Las embarcaciones del remo de banco fijo suelen ser de grandes dimensiones, de diseño tradicional y están construidas de madera, aunque actualmente se están empleando nuevos materiales, como fibra de vidrio, de carbono… que hacen que las embarcaciones reduzcan su peso al mínimo reglamentado (70 kg. batel, 100 kg. trainerilla, 200 kg. trainera) para aumentar su competitividad.

El batel es la embarcación más pequeña de las tres especialidades del banco fijo. La tripulación está compuesta por cuatro remeros (dos en babor y dos en estribor) colocados en línea y un patrón. Normalmente suele estar colocada con el sistema tradicional, de manera que cada remero se sitúa detrás del otro con el remo colocado por el costado contrario al de delante. Otro modo de colocar a los remeros es ‘a la italiana’: los dos remeros del centro situados con los remos en la misma banda.
La trainerilla es la embarcación de dimensiones medias, en eslora, manga y puntales, del banco fijo. Su tripulación está compuesta por seis remeros y un patrón, situados todos en línea. Los montajes de los remeros en este tipo de embarcación son múltiples pero dos son las más utilizadas. Una, con la boga por babor, y la otra, en estribor, con el proa, en los dos casos, en babor para poder usar mejor la pica en las ciabogas.

La trainera es la embarcación reina del banco fijo y la mayor de las tres, tanto por sus dimensiones como por el número de remeros. Se compone de doce remeros que se distribuyen por parejas, un proel situado en la proa de la embarcación y un patrón, situados en la popa. En total, catorce tripulantes. Esta tradicion de remo proviene de las competiciones entre los pescadores por llegar los primeros a puerto y poder vender el pescado lo mas caro posible, como describre perfectamente Jose Maria Pereda en sus novelas.

A la casa de este amigo nos desplazarnos de juerga cuando no había moros en la costa. Solíamos ir a las Olas, pues en aquella época solo existían el Tin y Las Olas, A la hora de merendar nos acercábamos a las Olas a tomar unas sardinitas o unos chipirones a la plancha, por aquella época una ración de chipirones era una bandeja llena, y de sardinas igual, solían asarlas afuera en la terraza. En una ocasión cenamos en este sitio y cogimos tal peste a sardina que decidimos después ir a las ferias, en las fiestas de Santiago en Santander, pues en estas creíamos que se iba a camuflar mas la peste.

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En la ultima ocasión nos acercamos a comer y decidimos picar un poco unos langostinos a la plancha, que la verdad es que no estaban muy allá, demasiado hechos, y unas nécoras a la plancha estas si estaban de maravilla, fresquísimas y recién salidas del bote de al lado. De segundo comimos una parrillada de pescado, eso si algo curiosa pues mezclaba cierto tipo de pescados que yo nunca había visto juntos en una parrillada, como es el bonito, jargo, lubina y un par de maganos, creo que también había una perla pequeñita, la verdad es que comiéndolos en su orden el resultado es exquisito, comenzando por la lubina, y terminando por el bonito. En fin el resultado de lo mejor así como el toque de plancha, doradito por fuera y por dentro lo justo ni más ni menos. El precio muy ajustado, un lugar a donde volver, ojo en verano que no se encuetra sitio asi como asi.  

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Corbanera 98 39080 La Maruca 942342027 

 

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