Hemos comido…en Alamar, un coqueto local situado en el Sardinero que dota de bastante alegría a aquella zona.

Julio 2017. Pedro López Alonso ya hizo sus pinitos en un pequeño local de nombre Puertochico del que me llevé una grata impresión, se hacía cocina honesta, orientada a raciones. Hoy en día nos presenta junto a su socio, Dani Alonso, un bonito local con una cocina a la vista, una buena barra y una terraza de lo más agradable y privada.

Restaurante Alamar Santander

Tan curioso nombre proviene del grito con el que se despertaba a los pescadores que se les pegaban la sábanas,  

Al alba, cada día, bajo las casas de los marineros se oía el grito dado por mujeres y no pocas veces por sus hijas, crías aún, -¡¡Manolo… a la mar!! ¡¡Pepín… a la mar!!- despertando así a los pescadores que habían de embarcar para ganar el jornal. Eran las «llamadoras», entrañable personaje de nuestro costumbrismo que de esta forma ganaban cuatro perrucas despertando a los hombres de la mar. 

Restaurante Alamar Santander

Nos juntamos cuatro comensales a la salida del trabajo, ya que en verano salimos antes y podemos ir a comer por los alrededores, y decicimos ir a probar suerte en «A la mar». Por cierto, la mar es femenina, por muy gramaticalmente correcto que sea también «el mar», para mí es algo que no admite duda, ahora que está tan de moda esa majadería referente a la paridad entre ambos géneros a la hora de expresarse; para la gente de la mar siempre será femenino.

Restaurante Alamar Santander

Con la cocina a la vista se puede apreciar el ajetreo y el continuo abrir y cerrar del horno, cocina en la que oficia Pablo, anteriormente en El Pomposo y después en El Palacio del Mar.

Restaurante Alamar Santander

De buenas primeras el expositor llama la atención y el pescado que alberga, por supuesto: bocarte, bonito, San Martín, lubina, etc.

Restaurante Alamar Santander

Restaurante Alamar Santander

Restaurante Alamar Santander

La carta no es muy extensa, centrada en especialidades y pescados del día.

Restaurante Alamar Santander

Comenzamos con unos mejillones pico de gallo. Picantillos, con el toque suave de vinagreta pico de gallo de verdad. Por cierto, templado como me gustan los bivalvos, frescos y recién cocidos.

Restaurante Alamar Santander

Bechamel, patata y un relleno de jamón que termina de crear un ambiente a croqueta con papas fritas. Una guarrindongada de lo más rica, es como robarle a tu abuela la masa de las croquetas y las patatas que está friendo bajo su complaciente mirada, el mismo sabor que almaceno en la memoria.

Restaurante Alamar Santander

Continuamos con unos fresquísimos bocartes albardados. Algo más hechos de lo que a mi me gusta, pero como habitualmente suelo decir, el bocarte siempre siempre está bueno.

Restaurante Alamar Santander

Pulpo terso, toque picante y una sabrosa salsa de hongos. El picante era de textura gelatinosa y con un anecdótico dulzor final. Un pulpo diferente de verdad, una mixtura difícil que sale adelante.

Restaurante Alamar Santander

Fórmulas clásicas actualizadas, bonito encebollado, el rey de la temporada y el colmo del lujo. Un taco limpio de bonito hecho con y sobre cebolla, puntos de cocción actuales para guisos clásicos. Recomendable cocina marinera, un bonito de matrícula de honor.

Restaurante Alamar Santander

Restaurante Alamar Santander

Restaurante Alamar Santander

Pluma ibérica. Rojiza, sabrosa, con toque picante y una patata cocida, algo inusual y de agradecer. Textura jugosa, golosa, grasa y de gran sabor, un milhojas recomendable. No me aportaba nada el alga, pero tampoco incordiaba. Buenísimo.

Restaurante Alamar Santander

De postre un milhojas muy fresco, crujiente, con el característico sabor a mantequilla.

En lo referente al precio, pagó uno de los comensales ya que era su onomástica. Lo que sí puedo aportar es la carta con los precios, por lo que podreis observar que está muy bien. Me gustó mucho la visita, tanto por el lugar como por la comida, que aún siendo uno de los primeros días tras la apertura todo estaba perfectamente coordinado. La apertura de este local en el Sardinero aporta valor gastronómico a la zona.

Joaquín Costa 43 Santander

Por El Mule

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