Hemos Comido…en O Fiuza, un clásico de La Coruña que ya era famoso por el pulpo cuando yo hice la mili, allá por los 80.

Se encontraba en otra ubicación, pero siempre fue famoso por tener el mejor pulpo de la ciudad, según los lugareños. Lo primero que me llamó la atención fue que, pese a ser un día de labor y ser primera hora el local tenía gran catidad de habituales y en el tiempo que estuve desfilaron unos cuantos más. 

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El lugar es una taberna sin pretensiones, rectangular, paredes blancas, con fotos de equipos de fútbol y de la ciudad. La barra al fondo a la izquierda, muralla que protege la sagrada cocina, en la que te imaginas mujeres «pulpeiras»  en frenetico ir y venir entre calderas de cobre humeantes y platos de madera, cortando con sus tijeras de acero las rabas de los pulpos recién extraidos de su cocción.

O Fiuza Caoruña

O Fiuza Caoruña

Y esta vez asistimos al sacrosanto matrimonio gallego entre jarra y taza, algo que no veía desde hace muchos años en tierras gallegas y que forma parte de su más arraigada tradición gastronómica. Te sirven una taza y te dejan al lado la jarra, cuando terminas le indicas al camarero cuanto has bebido. En esta ocasión hubo disparidad de opiniones, pues yo prefería tinto y mi acompañante blanco, así que el baile fue de dos jarras.

O Fiuza Caoruña

O Fiuza Caoruña

O Fiuza Caoruña

A diferencia de lo que había leido en varios comentarios, el personal resultó de la más amable y comunicativo, estando dispuesto en todo momento a la charla y a proveer de cualquier información requerida, ya que surgió la conversación de mi mili hecha a escasos cien metros de la ubicación de este bar de barrio, de este entrañable cuasi fourancho. 

Muchos os preguntareis que es un fourancho, os lo explico. Son casas particulares que habilitan una zona como comedor al público, ya sea un bajo, un garaje o un galpón en la eira -patio-, para servir el vino excedente de su propia cosecha, acompañados de comida casera. Como muchas cosas de Galicia, cuentan con una historia centenaria. “Hay tradición desde hace más de 300 años». La oferta es reducida pero suficiente: el vino en taza (cunca), o servido en jarra, pero nunca en botella; vino cosechado por la propia familia que regenta el furancho y se sirve directamente del barril, más una comida elaborada en la casa. No sé para vosotros, pero a mí me resulta muy atrayente y en más de una ocasión he compartido mesa en este tipo de locales. Si estais interesados en este tipo de gastronomía hay un buen buscador de recursos en la web defuranchos.com.

O Fiuza Caoruña

Y llegó el pulpo, a una hora cercana del desayuno. Una gozada, tinto gallego más media ración de pulpo, pues aunque acompañado este no estaba por la labor de empezar a tan temprana hora con una ración de pulpo. Eché de menos los cachelos, el pulpo estaba acompañado de sal gorda, mezcla de pimentón dulce y picante, y aceite de oliva virgen, como mandan los cánones. Una ración para elevar en los altares, así desayunaría yo todos los días. Buenísimo, merecida fama la del lugar que oferta otro tipo de raciones que vi desfilar, pimientos, empanada, quesos, etc. 

O Fiuza Caoruña

El riberiro resultó digno de su precio y me trajo gratos recuerdos de mi época de servicio, cuando siempre nos sentábamos delante de una taza a comer algo; vino que, como se te caiga encima no hay manera de quitar la mancha.

O Fiuza Caoruña

Y por último la nota, como podeis ver nota de bar de barriada, el precio increible para una buen pulpo y un par de vinos.

 Navarra, 33, 15002 A Coruña 981223621

Por El Mule

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