Hemos Comido…en Josein, en Comillas. nieto de los fundadores de la antaño famosa y estrellada Colasa, pero no nos llamemos a engaños, el heredero brilla con luz propia.

Julio 2017. El restaurante forma parte del hotel del mismo nombre que cuelga sobre la playa de Comillas, cuelga literalmente. El local dispone de una terraza y un comedor acristalado, ambos con unas vistas maravillosas, si a la gente le encanta en verano, no quiero imagimarme lo que puede ser una tarde de invierno de tormenta observando la maravilla del Cantábrico embrabecido, todo un espectáculo.

Hotel Restaurante Josein Comillas

Hotel Restaurante Josein Comillas

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El restaurante dispone de un menú en el que predomina la calidad y con un precio acorde: 19€.

Hotel Restaurante Josein Comillas

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La carta no es muy extensa, se basa en producto y más en concreto en producto de Lonja, vamos, pescado del día y dos especialidades que no te puedes perder, los callos que en este lugar son religión y los pimientos rellenos, unos pimientos que dieron fama a la antigua Colasa.

El primer recuerdo que tengo de la Colasa era que el rey venía a comer a Comillas a este lugar y la verdad es que no sabria decir si es cierto o es invención mía.

Hotel Restaurante Josein Comillas

Ante la falta de pimientos, me recomendaron bocartes (palabra mágica) y claro, no pude negrame. Estaban rebozados con huevo de calidad, a simple vista se apreciaba en el color del rebozado o albardado, eran de pequeño tamaño. Para el rebozado se ha usado aceite de oliva, algo que les da un toque más sublime todavía. Venían acompañados de un pequeño aliño de tomate y ajo. No se puede pedir más.

Hotel Restaurante Josein Comillas

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De segundo y final los famosos callos. Pude observar que en la mayoría de las mesas (estaba lleno el restaurante) había como mínimo una ración de callos. Unos callos con cierta herencia gallega, pues les acompañaban unos pocos garbanzos, morcilla de año, algo muy usual en la zona oriental de Cantabria dada su cercanía con Asturias; limpios como la patena, con una salsa pegajosa que te sella los labios y la potencia inerente al guiso en todo su explendor, la bomba.

Hotel Restaurante Josein Comillas

Después de este homenaje no quedaba sitio para nada, ningún postre aunque todos los que aparecían en la carta eran caseros, pero ya he quedado en volver más avanzado el inviero para probar otra de sus especialidades el cocido, que parece ser que es de toma pan y moja.

Hotel Restaurante Josein Comillas

www.hoteljosein.com

Me gustaría dejaros un resumen de la historia de la Colasa, que a fin de cuentas es historia de nuestro patrimonia gastronómico.

La Fonda Colasa, en 1978 fue distinguida con una estrella, la cual mantuvo hasta su cierre, avanzada la década de los ochenta del siglo XX, es mas siguío apareciendo en la Michelin dos años después de haber cerrado.

La fonda data del año 1855 como aún consta en la fachada del establecimiento. Al casarse José Villanueva, un cocinero de Carrejo empieza esta historia pues se asienta en La Fonda Colasa. Corre el año 1892 y el negocio se centra en fonda y restaurante.

En 1916, la fonda se modernizó y las obras se inauguraron el día de San Pedro. Era el restaurante de referencia en la villa, el único que ofrecía nivel para los notables visitantes en época veraniega.

José y Nicolasa tuvieron tres hijos, uno de los cuales, José Villanueva Pérez, padre de Joseín, quien a finales de la década de los años veinte, se fue a Madrid para aprender cocina. Estuvo formándose en la Maison Tournier, un restaurante francés de gran nivel y de los mas importantes de la época en la capital del reino.

Los conocimientos adquiridos por José fueron claves en la trayectoria posterior de la cocina de la fonda, donde las influencias de la cocina francesa, conviven con la cocina más tradicional y casera de la zona, esa cocina trasmitida de padres a hijos sin tradición escrita.

José Villanueva, se casó con Visitación Álvarez en los años veinte, falleció prematuramente, en 1950. Ella, tuvo que sacar adelante a sus seis hijos, a los negocios de la familia y también ponerse al frente de la cocina.

Durante muchos años al frente del negocio, supo dirigir, marcar un estilo propio, único y ganarse la confianza de una clientela fiel que valoraba tanto la calidad de las materias primas como de las elaboraciones. Tras su fallecimiento termino esta etapa tan significativa de la gastronomía de Cantabria.

A medida que sus hijas Teresa, Nicolasa, Mónica y Josefina fueron creciendo, se incorporaron al negocio familiar.

Otro de los hijos, Joseín mantuvo los vínculos con Fonda Colasa, pero inició su propio negocio hostelero creando el Hotel Joseín. Cuando se casó con María Luisa Lastra, otra extraordinaria cocinera que amplía sus conocimientos con su suegra en La Colasa, para exportar y heredar este conocimiento en el Hotel Joseín, donde ahora sus hijas le han tomado el relevo.

Por El Mule

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