Hemos Comido…en Galizano en El Pajar, atendiendo a la llamada de las jornadas de la cabra.

Noviembre 2016. Lo había visto la semana anterior que venía de Ajo y había parado a tomar un café, así que me quedé con la copla y el viernes siguiente a la hora de comer me acerqué a las jornadas, la verdad es que me acerqué con cierto reparo pues las veces que había comido cabra no había sido de mi total agrado, siempre resultó algo bruto para mi paladar.

Restaurante el Pajar Galizano Cantabria

El menú constaba de cuatro platos, todos con el denominador común de la cabra. Mientras esperaba me tomé una cerveza y me hubiera tomado otra, pero tenía que conducir y con la comida tenía intención de tomar una copa de tinto.

Restaurante el Pajar Galizano Cantabria

El pan resultó ser bastante bueno, crujiente en el exterior y de miga no muy compactada, ideal para untar.

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Comenzamos con unas croquetas de cabra. Con un fuerte sabor a especia, yo juraría que con nuez moscada que enmascaraba cualquier otro sabor, la bechamel poco fina y con marcado sabor a harina, grumosa.

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La asadurilla de cabra. Buen sabor, un pequeño toque de laurel y un picante justo, bien repartida entre carne blanda y dura, hígado y otras entrañas, un poco más blanda hubiera estado de diez.

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Pimientos rellenos de cabra. Llenos por completo de carne con un agraciado sabor a guiso, muy buenos, el pimiento con un rebozado justo y la salsa para untar hasta que, por supueto, se acabe el pan.

Restaurante el Pajar Galizano Cantabria

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Para terminar un guiso de cabra. Estofado de cabra, champiñones y pimientos. Los pimientos y los champiñones eran frescos, un aspecto muy bueno sobre la mesa.

Restaurante el Pajar Galizano Cantabria

Al estofado le sobraba una gran cantidad de huesecillos, que en más de una ocasión me obligaron a sacármelos de la boca, algo que según mi parecer resulta un tanto desagradable, aún así el sabor era muy bueno, las patatas que lo acompañaban estaban fritas de cine y con un corte característico.

Restaurante el Pajar Galizano Cantabria

De postre una tarta de queso horneada muy buena.

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Al principio me «encabroné» un poco por que tardaron en comenzar a servirme, pero en el momento que empezaron todo siguió un ritmo perfecto.  Comí con una copa de Zuazo Gastón crianza, un vino ligero con matices de roble y algo de vanilla. Cumplió su cometido. En resumen, unas jornadas con luces y sombras.

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El Cruce 25 39160 Galizano 942505189

Por El Mule

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