Hemos Comido…en este edificio tan controvertido, que desata pasiones a unos para bien y otros para mal, yo tuve la suerte de ir en una visita concertada con comida concertada, lo cual te evita las tan incómodas colas de entrada.
La visita guiada estuvo bien, pero lo que había dentro no me convenció lo mas mínimo, aun a sabiendas de que me van a llamar burro e ignorante (tampoco es la primera vez). Sin embargo después de la visita teníamos un tiempo bastante largo de expansión y yo me fui al museo de enfrente, que creo que es el museo de Bellas Artes, y allí sí que aluciné. Había una colección de románticos impresionante. Bueno, lo mismo que la comida el arte se rige por los sentidos y esos son propios de cada persona.
¿Un museo excepcional? Sí, pero también uno de los mejores restaurantes de Europa. ¿Arte contemporáneo? Sí, pero también arte culinario, sabrosa creatividad. ¿Una escultura habitable? Sí, pero además un lugar de encuentro feliz para compartir y disfrutar de excelentes instantes gastronómicos.
En los últimos años la palabra Guggenheim ha llegado no sólo a ser sinónimo de arte de vanguardia, sino también de alta cocina. El museo vasco alberga en su interior uno de los mejores y más creativos equipos de cocina del país, dirigido por Josean Martínez Alija, un joven chef surgido de la fértil cantera de Martín Berasategui al que toda la crítica especializada coincide en señalar como uno de los chefs de mayor proyección en el panorama culinario internacional.
Si el talento que se esconde en los fogones del museo se combina con las posibilidades estéticas y espaciales del edificio de Frank Gehry, se obtiene un restaurante único en el mundo, capaz de responder a las demandas más variadas con idéntica brillantez y solvencia. Un aperitivo, un exquisito bistrot o una cena única, pueden convertirse en acontecimientos inolvidables.
Éramos veintitantos o sea que yo voy a explicar lo que comí, aunque todos comimos lo mismo, pues era un menú degustación.
A modo de ensalada …
Pepino impregnado en lágrimas de vegetales,Melón salteado a la menta, todo aliñado con kefir, cardamomo y pomelo.
Endibias rojas braseadas, Impregnadas con un caldo de moluscos, cardamomo y crema untuosa de pomelo con matices de azahar.
Hebras de berenjena asada con «makil goxo»,Sobre yogur de aceite de olivos milenarios*.*Variedad de oliva Farga.
Pescado del día, sobre jugo de ajos silvestres y alcaparras de Ballobar* con hierba limón.
A modo de guiso…
Pieza de cerdo ibérico, con jugo de hierbas silvestres, miel y patata adobada.
Gnoquis de manzana esperiega* asada, sobre requesón batido, con matices de cardamomo verde y helado de canela.
Solo puedo decir una cosa: impresionante. Muy pero que muy bueno, encima pagaba el promotor de la excursión o sea que, qué más vas a pedir.
