Hemos Comido… en este restaurante argentino ya un clásico en la zona de Bezana.
Agosto 2011. Me acerqué a comer al rincón del gaucho, pues la última vez me quedé con ganas y ya no me acordaba como sabe la carne argentina, siempre más seca que la autóctona, un chuletón de tudanca vieja no se encuentra así como así.
En un principio me situaron en el comedor de la parte baja, pero cuando pedí la carta me subieron al comedor de la parte de arriba la carta es enorme, hay cantidad de cosas pero todo gira como es natural en torno a la carne.
Me atendió una chica muy amable que te explica cada uno de los localismos argentinos. Tienes la parrilla a la vista detrás de una barra donde te van cocinando según pides.
Comencé con media ración de riñones, unos riñones de ternera a la brasa con una salsa provenzal, me gustaron muchísimo hacia ni sé que no tomaba riñones de vacuno y la salsa estaba para chuparse los dedos, con el sabor a ajo y cebolla que lo caracteriza. Vamos, una ración muy recomendable a la vez que generosa.
Y como tenía ganas de carne de angus argentino pedí una degustación que incluía lomo alto, lomo bajo y solomillo. Lo pedí un poco más del punto y tal me lo sirvieron, el único «inconveniente» que al ser una ración enorme, con la que perfectamente pueden comer dos, lo último se te va quedando frio. Y eso que yo soy de los rápidos, así que deje para lo último el solomillo, me gustan bastante más los otros dos. Empecé por el lomo bajo, bife de chorizo, seguí con el lomo alto entrecote y acabé con el solomillo.
Comí con un Rioja Muriel Crinaza 2005, un vino con un color media cereza brillante. Aroma de crianza de vainillas, torrefactos, frutas rojas maduras. El postgusto se presenta limpio, persistente, con agradable recuerdo.
En resumen el lugar sigue como le recordaba, buenas raciones y bien de precio, la carne de mucha calidad.
Nos tomamos una cañas, acompañadas de unas aceitunas aliñadas, muy buenas, como siempre esperando a alguien, el inconveniente de llegar siempre el primero
Subimos al restaurante, después de comprobar que tenemos reserva, y nos llega el camarero, un argentino, agradable él, pero pesado como el solo y nos toma nota, dándonos consejos en cuanto a cantidades y el vino, al final ni puñetero caso eso si el vino si le hicimos caso, Trapiche Syrah del 2004.
Empezamos con un guacamole y una picada “el gaucho”, suficiente para dos. El guacamole fresquito, recién hecho con una buena consistencia, la nota negativa nos pusieron Doritos o algo similar, más de bolsa que yo que sé.
La picada, era una mezcla de productos cárnicos, una empanadilla de carne, un chorizo criollo y costillitas, bastante abundante.
Yo pedí un solomillo un poco más hecho, sin salsa. La carne no es como la de Cantabria pero también es muy buena, angus argentino según me dijeron estaba muy bueno. Mi acompañante se decidió por un asado de tira.
El solomillo, me sorprendió el plato en el que lo servían, muy pequeño, y en su punto tirando a mas hecho como a mí me gusta y como lo especifique a la hora de pedirlo.
El asado de tira, es costilla, el costillar del animal es cortado de forma transversal en «tiras», por lo que el corte incluye trozos de hueso, un poco tieso, pero muy bueno de sabor rico, según el comensal.
Estuve haciendo memoria de las últimas veces que había comido en un sudamericano especializado en Carne y de la diferencia entre estos lugares. De las ultimas fueron el Charrúa en Coruña, muy bueno. La Pampa en Castelldefels, no me atreví ni a incluirlo en esta web de lo patético que fue a parte de tener que aguantar un «autóctono de aquella comunidad» o abertzale catalan, por describirlo de alguna manera no he pasado más vergüenza ajena que viendo a mi anfitrión disculparse por toda serie de tropelerias en las que incurrió dicho lugar, y sobre manera el mozo este. El Rodicio en Madrid, brasileño buenísimo y este tan cercano a casa también muy bueno, pero en ninguno he encontrado una carne como la autóctona de esta comunidad.
Urb. Bezanabella nº 70 Santa Cruz de Bezana 942580974