Hemos Comido…o generalmente solemos comer la mayoría de las veces que nos acercamos por las tierras alavesas, en busca de reservas para el crudo invierno.
El País Vasco, al norte de España, es una zona de gran riqueza cultural y fuertes contrastes. Desde la costa y dirigiéndonos hacia el sur, atravesamos sus montañas, valles y llanadas para llegar a la Rioja Alavesa, famosa por sus vinos. En el centro de esta comarca y a una altura de 635 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Laguardia. Su término municipal, de forma alargada en dirección Norte-Sur, tiene una distancia lineal de 11.000 metros, y abarca una superficie total de 81.441 m². Situada al sur de la provincia de Alava, la Rioja Alavesa aparece perfectamente delimitada, al norte por la Sierra de Cantabria, desde la que descienden sus tierras en suave declive, hasta el rio Ebro, donde se establece su límite al sur. Laguardia en particular, limita al Norte con la Sierra de Cantabria, al Sur con la margen izquierda del Ebro, al Este el rio San Ginés separa la jurisdicción de Laguardia de la de Elvillar, y al Oeste con Navaridas.Pertenecen a su jurisdicción El Campillar, Páganos y Laserna.Estas circunstancias geográficas, confieren a esta zona un paisaje y clima caracteristicos; y han marcado de forma determinante su historia y el carácter de sus gentes. El origen de Laguardia está en un castillo fundado en el siglo X por el rey navarro Sancho Abarca. Este castillo recibió el nombre de La Guardia de Navarra, nombre que hacía hincapié en su función defensiva. Años más tarde, en 1164 su sucesor, Sancho el Sabio fundaría la villa, situándola junto al castillo, como un baluarte del reino en su flanco suroccidental, donde los navarros luchaban con los castellanos por el control de La Rioja. Durante la Edad Media recibió nombres como Leguarda, Gardia, Guardia, Guoardia, Lagarde, Lagardia y Laguoardia hasta que quedó fijado en el actual Laguardia.
Dimos con este bodegón hace ya unos cuantos años, está situado dentro del recinto amurallado de la ciudad. La entrada es una barra y al fondo pasas a un comedor con aspecto de cueva. El restaurante practica una comida de temporada con cierto toque de autor, todas las veces que he comido he salido encantado, por el trato, así como por la cocina y la calidad de lo servido. En esta ocasión comimos de primero unas alcachofas con jamón, cortadas en juliana y fritas, deliciosas acompañadas de unas lascas de jamón y una salsa similar a la verde, las ración enorme, delicioso el plato. De segundo tomamos el típico cordero asado de esta zona, plato abundante y acompañado de unas patatas panadera, me gustó mucho. Y para mi sorpresa tenía un gran abanico de pescados, mi mujer se decidió por un bacalao que le gustó muchísimo, tanto por la calidad del mismo como por la preparación, estaba acompañado de un pisto con todo el abanico posible de vegetales de la zona, en resumen el plato perfecto. De postre nos pedimos unas cañas rellenas que parece ser que son la especialidad. Para mi sorpresa pedimos un vino de la casa de año y a diferencia de otros lugares estaba perfecto.
Travesía Santa Engracia 3 01300 Laguardia 945600793