Hemos Comido...en El Amparo este restaurante se ubica en uno de los barrios más señoriales de Madrid, donde a través de un callejón privado se llegaba la antigua cochera del Marqués de Salamanca.
Elegante, lujoso (madera, lino, cristalería alemana), confortable, íntimo y tranquilo, cuenta con tres plantas con una estructura de madera y un techo descubierto de cristal.
El Amparo está considerada uno de los restaurantes de mayor «peso» en Madrid, pero las guías y expertos venían reprochándole el estancamiento de su cocina y una creatividad que no convencía. Ramón Roteta, Carlos Posadas (discípulo de Bras), Arrambide, Iñigo Pérez- Martín Berasategui… en la historia conocida pasada y reciente de cambios…
Ensalada templada de vieiras con lechuga de mar y espuma de alga marina. Foie caliente a la sartén con crujiente de calabaza dulce y salsa perigord. Alubias de Tolosa; Milhojas de manzana ácida con pescado ahumado y foie gras, Cigalas salteadas con raviolis, Lomos de merluza en salsa verde. Rodaballo al horno crujiente con verduritas en salsa de limón verde y jengibre. Bogavante con cristales de gazpacho y crema de pepino.
La cocina imaginativa de El Amparo ofrece exquisitas sugerencias como las Cigalas Salteadas con Raviolis de Queso, Miel y Romero, el Foie Asado con Jugo de Trufas, el Rape con Civet de Pulpito y Ajo blanco o la Lechona con Manzana y Membrillo.
Mención aparte precisan los postres elaborados en la casa entre los que destaca el Brioche Caramelizado con Ciruelas al Vino Tinto y Crema de Café.
Hace años, cuando se inauguró, el Amparo fue un restaurante rompedor; está situado en un pequeño callejón del barrio de Salamanca, en una casa de dos plantas, rehabilitada con un espacio abierto en el centro y un diseño moderno. Fue uno de los primeros restaurantes de Madrid que se apuntaron a la «nouvelle cuisine» y lo recuerdo como un sitio donde se comía muy bien.
Después de unos años de mantenerse como uno de los buenos restaurantes de Madrid al parecer fue cayendo en calidad y popularidad. Fue comprado por Arturo Fernández www.arturocantoblanco.com dueño de un importante grupo de restauración y catering de Madrid.
Estos días he estado en Madrid con unos proveedores y por la noche me llevaron a cenar a El Amparo. Tenía curiosidad por ver como había evolucionado con los años y como le sentaría el pertenecer a un gran grupo de restauración.
Comencé con unas ostras con morillas (hongo del Ciprés) un sabor bastante fuerte que a mí me encantó, las ostras estaban glaseadas junto con el sabor de las morillas las daban un sabor delicioso, de segundo tomé callos no me volvieron loco pero estaban comestibles. Mis acompañantes tomaron de primero uno ensalada de cigalas «dos» con unas hierbitas inidentificables y unos virutas de jamón que según mi acompañante estaba asqueroso y lo devolvió, quedándose sin el primero, el otro pidió verduras y según el estaban correctas.
De segundo pidieron jabalí y merluza en salsa verde, el jabalí dijo mi acompañante que estaba bien, un poco seco pero bueno, además algo tenía que comer el buen hombre. La merluza tenía un aspecto infame con esa salsa de color marrón típica de los «restaurantes» chinos de saldo, y liquida. Devolvieron también este plato. Decidimos no tomar postre, con la misma pedimos la cuenta y cual sería nuestra sorpresa que habían cobrado los platos devueltos, sin ganas de música pagamos y nos fuimos. Yo fui el mejor parado de la lidia, pues algo cené pero los otros dos insistieron en ir a comer unos sándwich a Rodilla. En resumen, que creo que es un sitio que pasó a la historia, lo mejor del restaurante el servicio y las instalaciones, la cocina infame.
Puigcerdá, 8. Madrid 914316456