Hemos Comido…en La Tucho, uno de los tradicionales de la gastronomía y punto de encuentro de los amantes de pescados, mariscos y también de los combinados.
Agosto 2016. Tomaba habitualmente sus afamadas rabas, almejas, percebes y camarones, en la barra. Solíamos venir con los niños, pues en el patio hay una zona con «prao» donde estaban vigilados y nos podíamos extender el tiempo que hiciera falta afferados a unos copones del diez.
Las instalaciones siguen como siempre, cuidadas, tiene un parking donde poder dejar el coche a la puerta, si no está hasta la bandera como suele ocurrir en la temporada estival y fines de semana.
La decoración del comedor interior y su disposición es de una tremenda comodidad, mesas bien separadas. Si este lugar estuviera disponible en alguno de los lugares típicos de veraneo habrían metido cuatro veces el número de comensales, o sea que cómodo estás un rato.
Ya que hablamos de comodidad, hay algo de lo que me han pedido en varias ocasiones que hable, de la comodidad de los asientos. En esta ocasión son bien cómodos, pero hay cada lugar en la oferta hostelera que parece que te quieren echar y muchas veces pierden de vender por la incomodidad del comensal. No es este el caso.
El estableciemiento funciona desde 1956, hoy se llama restaurante La Tucho, en honor a la abuela de la actual generación, Juani. Primero se llamó bar-ultramarinos La Virgen del Mar, pero a fuerza de popularizarse el apodo de su dueña, no quedó más remedio que cambierle el nombre.
La cocina es de corte tradicional basada en la materia prima. Elaboraciones clásicas y raciones abundantes. Cada día hay un guiso o elaboracion de temporada, así como sugerencias fuera de la carta en función del mercado.
Enseguida me sentaron y me presentaron la carta, con varios pescados del día de fuera de carta y alguna que otra cosa.
Opté por una veraniega ensaladilla. Una ración con la cual dos comensales comerían de sobra. Bien elaborada, muy tradicional, patata pequeña bien cocida, huevo, guisante, aceituna y zanahoria. Me gustó mucho.
De segundo cocochas de merluza en salsa verde. Una buena raciín con una elaboración perfecta de la cococha, justa de punto, nada de muy hecha y una salsa verde de chuparse los dedos.
Realmente echo de menos aquellas cocochas de hace cuarenta años del tamaño de la mano de un adulto y que hoy ya no se encuentran, unas cocochas donde notabas las tiras de carne que acompañan a la gelatina que las caracteriza.
Así que nos conformamos con esta cocochas de pescadilla, entre otras cosas por que de las otras ya no hay, la sobreexplotación ha acabado con ellas. Lo mismo pasa con las cocochas de bacalao, ya no se encuentran aquellos tamaños de antaño.
De todas maneras la ración resultó exquisita, muy bien guisada y de buenísimo sabor.
De postre una atípica tarta de hojalde de manzana acompañada de helado, también de tamaño considerable, me gustó mucho.
La nota resultó abultada para una ensaladilla, unas cocochas y un trozo de tarta. Las raciones de ensaladilla y tarta eran enormes, la de cocochas generosa pero sin llegar a los niveles de las anteriores.
Ha pasado de ser un lugar con una relación calidad precio inmejorable a ser un lugar con un gran carga de postureo, lo cual ha incidido directamente en el precio en relacion de calidad buena elaboracion y servicio todo sigue igual.
Corbán 12 San Román de la Llanilla 39012 942336177