Hemos Comido…en Cerrazo más allá de Villapresente, muy cerca de La Casona del Valle. Como siempre el lugar lleno de gente comiendo y tomando el vermout, atraídos por el precio y la calidad.
Febrero 2012. El lugar sigue como siempre con la formula magistral cantidad+calidad+buen precio = lleno a rebosar. Tardaron en atenderme pues había cantidad de gente comiendo y además era muy tarde, pero en cuanto me tomaron nota al poco tiempo se presentaron con la comida. Antes de comenzar me trajeron el agua y el pan, una generosa ración de buen pan, con una crujiente corteza, algo hojaldrada, muy bueno.
De primero tomé una generosísima ración de bocartes abiertos, desespinados, rebozados, jugosos y muy frescos, muy recomendable, exquisitos.
Nada más acabar me trajeron de segundo lechazo asado. Una ración enorme, acompañada de unas buenas patatas fritas y de un pimiento. El lechazo super jugoso y a la «cántabra», a la cantabra yo entiendo por un asado más jugoso y menos tostado que a la castellana. Es algo tradicional en la manera de cocinar el lechazo, o cabrito por nuestra autonomía, se asemeja más a una carne guisada que asada, aunque esté hecho al horno. Muy bueno, muy recomendable, venía acompañado de una generosa y muy bien aliñada ensalada de lechuga y cebolla, muy típico y tradicional.
De postre nada, no me cabía ni un alfiler. De hecho parte del lechazo se lo guardé a mi perra, que sé que le gusta un montón y me lo agradece.
En resumen, el lugar merece la pena en todos los aspectos, el personal muy amable, la calidad muy buena y el precio inmejorable. El dueño se paseó por las mesas interesándose por los clientes y estuve hablando un momentín con él. Hay que volver